Dejando de lado la interminable polémica en que se encuentran involucrados científicos sociales, entre ellos historiadores, arqueólogos, antropólogos y en general estudiosos del pasado altiplánico, en torno a si hubo o no estrictamente una “fundación española de la ciudad de Puno” y si por tanto, es válido festejar 354 años de la cuestionada fundación, ciertas instituciones oficiales y entidades privadas de Puno y de la comunidad puneña extendida en diversos lugares del país y hasta del extranjero, saltando por encima de la polémica en mención, han procedido a desplegar con espíritu vehemente sucesivos actos conmemorativos, unos solemnes y otros populares y masivos de variada índole, con la finalidad central de rendir homenaje a la capital puneña “en su día” y a todo lo que ella significa en la vida de quienes nacimos en ella o en su entorno y de quienes se identifican con sus ricos y multifacéticos valores culturales.
Desde lejanos tiempos, ubicado en el medio mismo de una de las geografías más sugestivas del mundo, frente a la inmensidad azul del lago Titicaca, en el centro de la Meseta del Collao flanqueada por dos cordilleras andinas, Puno se ha ido afirmando como uno de los centros culturales más importantes del Perú.
La cantidad y calidad de sus trabajadores de la cultura, llevó a que se le adjudique desde las bases mismas de los pueblos del altiplano, el honroso título de “Tierra de artistas y de poetas” recogido en una de sus más populares temas musicales; eso tal vez en contraposición del título que en tiempos de colonia España le otorgó, como “Muy noble y Leal” ciudad. En la época republicana, ganó el reconocimiento oficial como “Capital del Folklore Peruano” y la festividad religioso-pagana en honor a la virgen de la Candelaria que se desarrolla anualmente en sus calles y plazas fue inscrita por la UNESCO como “Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad” en mérito a la gran diversidad de manifestaciones culturales ancestralmente cultivadas en el espacio altiplánico, particularmente en lo que toca a la música y a la danza.
ALTIPLANIA, se suma a los reconocimientos que Puno recibe con motivo de su día jubilar, formulando fervientes votos porque sus hijos que conforman la amplia y activa comunidad intelectual mantengan siempre en alto la justa nombradía que Puno ha ganado por su acendrada vocación cultural.
Los editores