Escribe: RENÉ CALSÍN ANCO
En el presente artículo presentamos algunos antecedentes y sucesos de la ciudad de Juliaca, a modo de pequeñas pastillas históricas.
Las ocupaciones tempranas
En la tierra juliaqueña se identificaron tres sitios arcaicos, en Taparachi, Tariachi y Kunkapata. El arqueólogo Óscar Ayca Gallegos nos dice: “en Mugachi […] a 15 kilómetros de la ciudad de Juliaca, se ha detectado campos de caza y talleres […] Por los años 5 mil a.C., asoman grupos de cazadores y recolectores mejor equipados que los anteriores, por las pampas de Taparachi y los cerros de Juliaca” (1991: 32-35). De Tariachi en un estudio de hace dos décadas se indica: En “Tariachi […] un punto arcaico fue descubierto” (Stanish et. al. 2005: 311). De Kunkapata el arqueólogo Eduardo Arizaca Medina dice: “En Kunkapata se hallaron evidencias arqueológicas del período Arcaico, de Qaluyo, Pukara, Tiwanaku, Qolla, Inka y colonial” (Com. Pers., 2017)
Los pueblos Pukaras
En los siglos de auge de la cultura Pukara florecieron tres pueblos en la jurisdicción juliaqueña: Tariachi, Maravillas y Waynarroque. Tariachi “es similar a Huayna Roque o Incatunuhuiri”, cuenta “con una mayor ocupación Pukara de al menos 8 ha” (Stanish et. al. 2005: 310-311). Maravillas se encuentra “junto a un enorme […] sistema de campos elevados” (Stanish 2003: 159); en sus restos hay “canales bien conservados, similares a los descubiertos en excavaciones en el sitio de Lukurmata, en Bolivia” (Stanish et. al. 2005: 303-304). Según Óscar Ayca Gallegos en Waynarroque se desarrolló una cultura; los restos de esta ocupación abarcan cinco hectáreas, es “un sitio clásico […] con amplias terrazas domésticas alrededor de la colina. Hay abundante cerámica e […] implementos agrícolas” (Stanish et. al. 2005: 302).

En el reino Qolla
Xullaca (Juliaca) integró el reino Qolla, en su circunscripción se establecieron seis pueblos en los cerros, en Monos, Mucra, Espinal, Puntaca, Waynarroque e Iquinitu. Xullaca tenía un enclave, en Umapampa. En esos siglos se construyeron chullpas y fortalezas, se dio forma a la Qashwa, danza emblemática de Juliaca, que es acompañada por el toqoro y otros instrumentos musicales.
Las mujeres Cullacas
En la tercera rebelión qolla, valerosas juliaqueñas al mando de un ejército qolla derrotaron a los inkas, en Huarmi Pukara, una fortaleza juliaqueña, y en Llallagua. Juan de Santa Cruz Pachacuti registró estas gestas, así: “sale del Cuzco un ejército muy poderoso […] Comienzan a pelear en Huarmi pucara con las mujeres cullacas, en donde […] fueron vencidos los quechuas del inca […] Se retiran a la fortaleza principal de Llallahua pucara, en donde […] los pobres quechuas fueron asolados de todo punto” (1995 [1613]: 79-81).
Los pueblos Inkas
En los decenios de vida inka surgieron los pueblos de Xullaca, Camata y Tocona. Óscar Ayca Gallegos de Xullaca, escribe: “los pueblos kollas ubicados en los cerros Monos, Espinal y Puntaca son mudados por los Inkas hacia la zona comprendida entre el barrio Santa Cruz y el barrio Santa Bárbara, es decir ocupaba el espacio que se conoce como Juliaca antigua” (Ayca 1991: 121). Camata se estableció en la parcialidad de Escuri, en Qoriwata, con población trasladada de Iquinitu y Mucra; los hispanos identificaron a Qoriwata como Camata (Vaca de Castro 2018: 49). Tocona se instauró en la parcialidad de Rancho, en Kunkapata, “Este sitio inca […] tiene muchos cimientos de pared de piedra doble […] es un posible tambo” (Stanish et. al. 2005: 309); para Eduardo Arizaca Medina: “Kunkapata es un sitio estratégicamente ubicado en el camino prehispánico de Lampa a Juliaca […] un lugar de producción de cerámica inka y, a la vez, un tambo” (Com. Pers.).
EL QHAPAQ ÑAN por XULLACA
El Qhapaq Ñan del Qollasuyo cruzaba el pueblo de Camata, Cristóbal Vaca de Castro en 1543, escribía: “Y del dicho pueblo de Micasu [sic: Nicasio], se tiene de ir al tambo y pueblo de Camata […] del dicho tambo de Camata se tiene de ir al pueblo de Caracoto” (2018: 49). La otra vía del Qollasuyo pasaba por el pueblo de Tocona, Vaca de Castro registraba: “camine desde el dicho pueblo de Ayaguire a Quipa y de Quipa a Lampa, y de Lampa a Tocona, y de Tocona a Hatun Collao” (2018: 57). En 1549 Pedro Cieza de León transitó por el pueblo de Xullaca, él decía: “Desde Pucara hasta Hatuncolla hay cantidad de quince leguas; en el comedio de ellas están algunos pueblos como son Nicasio, Xullaca y otros” (1973: 231). Felipe Guamán Poma de Ayala que anduvo por el Qhapaq Ñan, dejó dibujos y escribió: “Zullaca, aldea de españoles, indios, tambo real” (1993: 886).
La representante inka en Xullaca
En las poblaciones vencidas, caso de los qollas, los inkas dejaron representantes, mitimaes y una guarnición. El Inca Garcilaso de la Vega informaba que la representante inka en el pueblo de Xullaca, fue una hija del Inka Huayna Cápac, que en la colonia se bautizó como Beatriz Huaylas. En 1535 Beatriz se casó con Pedro Bustinza, convirtiendo a éste en el primer encomendero de Juliaca.
El Corregimiento del Collao
El 23 de junio de 1565 Lope García de Castro, Gobernador del Perú, instauró el corregimiento del Collao con los repartimientos de Asillo, Azángaro, Chupa, Arapa, Taraco, Xullaca, Caracoto, Mañaso, Atuncolla, Nicasio, Cabana, Cabanilla, Lampa, Quipa (con Pucará), Angara, Ayaviri y con los de la provincia de Chiquicache (Maurtua I 1906: 76-77). Se nombró a Pedro Mejía como corregidor del Collao, por entonces el repartimiento de Xullaca estuvo encomendado a Diego Hernández.
XULLACA en 1573
Por la Tasa de la visita general de Francisco de Toledo se conoce que Xullaca estuvo encomendado a Pedro de Bustinza (hijo), que tenía 487 tributarios (367 aymaras y 120 uros) y una población total de 2437, que contaba con cinco curacas, tres aymaras y dos uros, y que los pobladores tributaban en plata, ropa y ganado, los aymaras tributaban el doble de los uros.
EL templo de Santa Catalina
El templo tuvo dos construcciones, la primera, en la segunda mitad de los años seiscientos, utilizándose básicamente el sillar; y, la segunda, en el siglo XVIII, con el uso “de cal y piedra”. En 1689 el templo ya estuvo concluido, en ese año la feligresía adornaba la arquitectura. La segunda edificación reconstruyó la parte derruida y amplió el templo. En la década del treinta del siglo XVIII empezó la reconstrucción y concluyó en 1774. En la centuria pasada, por Ley N° 10028 del 24 de noviembre de 1944, al templo de Santa Catalina se declaró monumento histórico nacional.

Juliaca cuartel de los Salcedos
De 1666 a 1668 Juliaca se convirtió en el cuartel de los Salcedos, líderes de los sucesos de Laikakota. En Juliaca el actuar de los Salcedo dio un giro contestatario, de abierto enfrentamiento a la autoridad española. Jorge Basadre decía: “Hay quienes aseguran que entre ellos corría un grito separatista: Solo los criollos debemos tener la comodidad y no los españoles questa es nuestra tierra” (1948: 93). De Juliaca los rebeldes se dirigieron a Laikakota, tras una cruenta contienda, retomaron el pueblo de San Luis de Alba. Medio año después el virrey con su ejército sofocaba la rebelión.
JULIACA EN 1689
Por la Relación del pueblo de Juliaca del párroco Gabriel de Peralta, se conoce que Juliaca contaba con la hacienda Yocará y siete parcialidades: Collana, Esquen, Chilla, Escuri, Unocolla, Piquina y Balsero; tenía 695 pobladores, con 74 tributarios varones, 66 viudas, 114 forasteros, y 40 españoles; se dedicaban a adornar el templo; Corpus Christi hacía de principal fiesta; las misas concurridas se cumplían con vecinos de otros repartimientos (Villanueva 1982: 74-76).
En el Virreinato del Río de la Plata
Este virreinato se erigió por Real Cédula del 1 de agosto de 1776; por otra Real Cédula, del 21 de marzo de 1778, el virreinato comprendía al corregimiento de Lampa. De manera que Juliaca formó parte del nuevo virreinato, estuvo en tal jurisdicción por casi dos décadas, hasta que, por Real Cédula del 1 de febrero de 1796, la intendencia de Puno se reintegraba al virreinato del Perú.
Juan Cahuapasa y María Ruiz
En la rebelión tupacamarista participó la tropa de Juan Cahuapasa, curaca de Juliaca. El 13 de diciembre de 1780 José Gabriel Túpac Amaru nombró a Cahuapasa Justicia Mayor de Azángaro, por su notable actuación en las primeras campañas. En una relación colonial, de José Gabriel se lee: “estando en Azángaro recibió unos pliegos de su Corte de Tungasuca, para donde regresó aceleradamente, dejando en aquel pueblo por Justicia Mayor al cacique de Juliaca nombrado Juan Cahuapasa” (Vega 1981: 397). Cahuapasa contó con el valioso apoyo de su esposa María Ruiz.
El virrey La Serna en Juliaca
En 1823 el actual sur del país estuvo bajo control hispano, el virrey José de la Serna dirigía las acciones desde el Cusco. En los meses de agosto y octubre el virrey con su tropa de 4000 hombres y 1000 caballos recorría territorio puneño, el 23 de agosto acampaba en el pueblo de Juliaca, en donde su alcalde Pedro José de Mestas facilitó las condiciones (ARP Fondo Intendencia).
De la Colonia a la República
El 27 de diciembre de 1824 la intendencia de Puno resultó libre, cuando el general argentino Rudecindo Alvarado proclamó la independencia del Perú en la plaza mayor de la ciudad de Puno. Tres días después, se juraba sostener la independencia. Estos sucesos trascendentales marcan el paso de la colonia a la república en el territorio puneño. La jura de la independencia se replicó en las capitales provinciales y distritales, es posible que la jura se cumplió en Juliaca en enero de 1825.
Juliaca en la provincia de Lampa
La Constitución Política del Perú de 1823, en el artículo 7° expresa: “Se divide el territorio en departamentos, los departamentos en provincias, las provincias en distritos…”. Por esta disposición, el repartimiento de Juliaca devino en el distrito de Juliaca. Esta transformación se efectivizó un año después, el 27 de diciembre de 1824, una vez que la intendencia de Puno quedó libre. En ese día, Juliaca empezaba la vida republicana en el seno de la provincia de Lampa.
El Alcalde y el Gobernador de Juliaca
El 1 de enero de 1825 el Subdelegado de Lampa, Juan Francisco de Reyes, nombraba a Ramón Quinaya como alcalde ordinario de Juliaca. En el documento de nombramiento, se lee: “siendo preciso que […] haygan Alcaldes Ordinarios de Indios que anualmente electos en persona de honor, buena conducta y actividad […] Por tanto concurriendo estas circunstancias en Don Ramón Quinaya del pueblo de Juliaca lo dijo y nombro por tal Alcalde Ordinario” (Torres 1962: 247-248).
El 26 de setiembre de 1825 el prefecto de Puno, general Domingo Tristán Moscoso, nombró a Andrés de la Borda como gobernador de Juliaca. El documento de nombramiento dice: “Concurriendo en el Capitán de Síbicos D. Andrés de la Borda, todas las cualidades de providad, patriotismo notorio, inteligencia, y demás que se necesita para tal empleo, por lo cual me lo ha propuesto el Intendente de la Provincia de Lampa, lo elijo, y nombro interinamente hasta la aprovacion de S. E. el Libertador, por Gobernador del Distrito de Juliaca” (ARP Prefectura, Caja 01).
Juliaca en la invasión boliviana
El 18 de noviembre de 1841, en Ingavi, sucumbía el ejército peruano ante el boliviano. Después los vencedores invadieron el departamento de Puno por medio año. Apenas llegaron los invasores se formaron guerrillas para expulsarlos, se cumplieron seis memorables jornadas en “Motoni, Acochupa, Cunurana, Orurillo, Pichacani y en el río de Juliaca” (Tarazona 1946: 1399-1400). Todas con victoria peruana. El combate en Juliaca ocurrióen abril de 1842. El 7 de junio, en la ciudad de Puno, se firmaba el Tratado de Paz. Tres años después, el 25 de octubre de 1845, se otorgaba a Puno, los títulos de Valiente, Esforzado y Leal Departamento por las memorables victorias.
Juliaca en la provincia del Cercado
Por el decreto del 2 de mayo de 1854, suscrito por el presidente provisorio Ramón Castilla, se creaba la provincia del Cercado de Puno y se reordenaba las otras provincias del departamento. El primer artículo del decreto expresa: “Se crea la provincia del Cercado de Puno, compuestas de las poblaciones siguientes: capital Puno; distritos Capachica, Coata, Paucarcolla, Tiquillaca, San Antonio, Chucuito, Pichacani, Acora, Cabana, Vilque, Atuncolla, Caracoto y Juliaca”. De manera que Juliaca dejaba la provincia de Lampa, para integrarse a la nueva provincia del Cercado de Puno.
El censo de 1862
El censo nacional de 1862 muestra a los diez distritos más poblados del departamento de Puno, así: 1°) Puno, 10 192 habitantes; 2°) Moho, 9 818; 3°) Huancané, 9 548; 4° o 5°) Juliaca, 8 725; 4° o 5°) Pichacani, 8 725; 6°) Azángaro, 7 881; 7°) Ilave, 7,215; 8°) Asillo, 7,213; 9°) Zepita, 7,070; 10°) Orurillo, 6,694 (Paz Soldán 1877: 735-736). De manera que Juliaca se distinguía como el segundo distrito más poblado de la provincia del Cercado de Puno y el cuarto a nivel departamental.
El transporte ferroviario
La vía Arequipa a Puno empezó a construirse en 1870, después, la vía de Juliaca al Cusco. El 14 de setiembre de 1873 surcó por primera vez una locomotora en tierra calcetera. El 1 de enero de 1874 se inauguró el ferrocarril Arequipa a Puno. En 1874 la vía Juliaca a Cusco llegó a Santa Rosa, luego de la interrupción por la Guerra del Pacífico, se concluyó el 8 de setiembre de 1908. El ferrocarril tuvo gran significación para el desarrollo de Juliaca, consolidó su prosperidad y cambió la sede hegemónica del Sur del Perú, Arequipa por Cusco.

El Pueblo Nuevo de Juliaca
Por la estación ferroviaria emergió una nueva población, llamado Pueblo Nuevo de Juliaca, que tuvo por fundador a don Pedro P. Chávez. Entretanto persistía el Pueblo Viejo de Juliaca en torno al templo colonial. El Pueblo Nuevo de Juliaca se convirtió en un nudo de comunicaciones y en el principal centro comercial del Altiplano, desplazando al otrora pueblo comercial de Vilque.
La Guerra del Pacífico
La guerra del Pacífico convirtió a Juliaca en un centro de comunicaciones y en un centro de acopio de víveres. El 3 de noviembre de 1883 el ejército chileno ocupaba Juliaca y un día después ingresaba a la ciudad de Puno, en donde permanecieron hasta el 11 de agosto de 1884.
Juliaca, capital departamental
En julio de 1844 el departamento de Puno contaba con dos prefectos. Uno asentado en la ciudad de Puno, bajo las ordenes los chilenos y del gobierno de Miguel Iglesias, y otro, el coronel José Itarola, que atendía en el pueblo de Juiaca, representaba a Andrés Avelino Cáceres, presidente provisorio del Perú; de manera que en los meses de juio y agosto Juliaca hacía de capital departamental.
Los Caceristas y Pierolistas
Protagonizaron una convulsión social en los años de 1894 y 1895. Hubo dos combates relevantes, el de Puno el 16 de octubre de 1894 y el de Cabanillas, el 5 de marzo de 1895. Durante ese tiempo Juliaca hizo de cuartel general de las huestes caceristas.
La ciudad de Juliaca
Por ley N° 757 del 3 de octubre de 1908 se confería el título de CIUDAD a Juliaca. Esta ley la concretó el diputado José María Miranda, padre de José Ignacio Miranda.

Juliaca, cuartel de Rumi Maqui
En 1915 Teodomiro Gutiérrez Cuevas encabezó un movimiento campesino, estableció su cuartel general en Juliaca y se proclamó: «Rumi Maqui, General y Supremo Director de pueblos y ejércitos, Restaurador de Indígenas del Estado del Tahuantinsuyo». Los documentos que emitía finalizaba con el siguiente texto: «Dado en la Ciudad y Cuartel General de Juliaca».
El grupo JULIACA
Se formó en abril de 1919, por iniciativa de Jorge Rivera del Mar y Luis de Rodrigo, motivado por la presencia de Abraham Valdelomar. El grupo desarrolló acciones literarias, musicales, periodísticas, teatrales y pictóricas, en el decenio más fecundo de las letras juliaqueñas, puneñas y peruanas. El Grupo Juliaca se vinculó con el Grupo Orkopata y con los formados en torno a las revistas Amauta y La Sierra. Al cabo de una década de intensa y fructífera actividad, el grupo se dispersó, por las ausencias de Jorge Rivera del Mar y Luis de Rodrigo.
La provincialización
Apenas comenzó el transporte ferroviario por Juliaca iniciaron las iniciativas provincialistas. Promovieron los proyectos de ley: Modesto Macedo y Manuel Arias (1874), Miguel Morales (1896), Mariano H. Cornejo (1911), Manuel E. Jiménez (1920), Juan Luis Mercado (1921), José Antonio Encinas (1921), Luis Felipe Luna (1921) y Ángel Gustavo Cornejo (1925). Después de 52 años de lucha, el 6 de setiembre de 1926, se creaba la provincia de San Román con los distritos de Juliaca (capital), Caracoto y Cabana, cuando se promulgó la Ley N° 5463.Siete semanas después, el 24 de octubre, se inauguró la flamante provincia.

El Rijcharismo de Núñez Butrón
En 1933, en Juliaca irrumpió un movimiento social de repercusión continental, una pionera experiencia universal. En 15 años cumplió una trascendente labor. Ese movimiento de acciones sanitarias, educativas, periodísticas, artísticas y literarias, tuvo por nombre RIJCHARISMO, por sede a JULIACA, por vocero a RUNA SONCCO, y por líder al Dr. MANUEL NÚÑEZ BUTRÓN. En 1978 la Organización Mundial de la Salud, en el pueblo ruso de Alma Ata, reconocía al Dr. Núñez Butrón como pionero de la atención primaria en el mundo, por su labor precursora.
La sublevación militar
El 4 de julio de 1948, en el cuartel de Juliaca se desencadenó una sublevación militar dirigida por el Comandante Alfonso Llosa Gonzales Pavón, con el propósito de derrocar al Presidente de la República Dr. José Luis Bustamante y Rivero. El levantamiento que contó con la adhesión de los cuarteles de Puno y Huancané, fue un serio intento de golpe de estado y tuvo repercusión nacional. Desde Juliaca se emitía un Manifiesto a la Nación.
Los sucesos de noviembre de 1965
En los años previos Juliaca exigía satisfacer necesidades elementales (agua, desagüe y luz) y demandaba la concreción de obras de envergadura (parque industrial, mercado central, carreteras, pista Juliaca a Puno, etc.); sin embargo, la burocracia departamental y limeña postergaba, discriminaba y humillaba a la ciudad calcetera, a pesar de la numerosa y creciente población y el notable desarrollo comercial e industrial que adquiría.
La crisis llegó a su clímax en noviembre de 1965, cuando el día 4 se iniciaba una contundente paralización de repercusión nacional e internacional. En las 11 jornadas de lucha hubo peculiares actos, como la marcha del silencio con vestuario de luto. Se incendiaron vehículos, se clausuraron emisoras, se suspendían garantías por 30 días. Hubo cinco mártires (Santiago Mamani López, Patricio Quispe Quispe, Germán Humpiri Humpiri, Mariano Pandia Arce y Lorenzo Quispe Condori), numerosos heridos y desaparecidos. Se encarcelaron al Alcalde Luis Cáceres Velásquez y a varios protagonistas de la gesta. El Comité de Huelga estuvo presidido por Víctor Záfferson. Se emitió un Manifiesto a la Nación. En el parlamento se desencadenó un amplio debate.
La educación superior
En 1964 se crearon la Escuela Normal Mixta de Juliaca, hoy Escuela de Educación Superior Pedagógica Pública Juliaca, y la filial de la Universidad Nacional de San Agustín. Después, la Escuela Normal Superior de Bellas Artes, Música y Danzas Folklóricas (1966), hoy Escuela Superior de Formación Artística Pública Juliaca; la Universidad Particular Túpac Amaru (1967-1969); la ESEP (1975), hoy Instituto de Educación Superior Tecnológico Público Manuel Núñez Butrón de Juliaca; la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez (1981), la Universidad Peruana Unión Filial Juliaca (2002) y la Universidad Nacional de Juliaca (2007).
Los sucesos del 9 de enero de 2023
Uno de los últimos sucesos que ocurrió en la ciudad de Juliaca, que adquirió gran repercusión nacional e internacional, es la masacre perpetrada el 9 de enero de 2023, en ese día pasaron a la inmortalidad dieciocho ciudadanos. Este suceso se convierte en el de mayor importancia de la escalada de acontecimientos luctuosos que se suscitaron a nivel nacional, después de la vacancia del presidente Pedro Castillo Terrones.
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