Por: SAMUEL ÁLVAREZ ENRIQUÉZ
De Juliaca, capital de la provincia San Román, creada en 1926, se decía que no tenía historia, pese a que en los años del 90 se hizo conocido el libro “Monografía de la Provincia de San Román” (1964), publicado por el profesor Dionisio Torres Juárez. Gracias a investigaciones posteriores, publicadas en el libro “Ocho mil años de la Historia de Juliaca” (1992) del arqueólogo Oscar Raúl Ayca Gallegos, y a la realización del “I Fórum sobre la Historia de Juliaca” (1993) organizado por la Asociación Nacional de Escritores y Artistas ANEA, se diseminaron los rasgos de la milenaria Historia de Juliaca. La conclusión del Fórum fue la redacción de un documento en base a las diversas ponencias de los intelectuales participantes, el cual fue entregado al licenciado en Historia, Fredy Guzmán Zúñiga para su publicación.
El documento fue entregado también a la Dirección del Colegio Parroquial San Román. Allí se traspapeló, sin tener respuesta al respecto. El 2001, Juliaca, celebraba los 75 años de creación de la provincia, motivo por el señor René Calsín Anco, publicó “Bodas de Diamante”. Luego, el profesor Hugo Didí Apaza Quispe publicó “Guía Histórica de Juliaca” donde se incluye “Geografía de Juliaca”. Por su parte, el profesor y periodista Luis Alfonso Rodríguez Apaza, publica a menudo libros sobre los “Personajes de la Historia de Juliaca”, lectura obligatoria de los estudiantes de los diferentes niveles de educación a nivel regional y nacional. Con todo ello se demostró que Juliaca tuvo amplios visos históricos. Hoy por hoy Juliaca, según los recuentos realizados, tiene una opulenta historia propia y particular. He aquí la trayectoria histórica, en resumen.

LA GRAVITACIÓN DEL FERROCARRIL DEL SUR
Producto de milenarias culturas, descendientes de Lupaqas, Pukaras, Qollas e Incas y hasta de extranjeros, Juliaca, todavía distrito de la provincia de Puno, se vio influenciada, a comienzos del Siglo XX, por la presencia ineludible de los Ferrocarriles del Sur, en su trazo y paso por esta tierra. Esto, a despecho de Lampa que era la más certera dirección al Qosqo y Machu Picchu. Para muchos, fue el inicio del jalón del progreso que se prolongó en toda la etapa republicana, hasta antes que la mencionada empresa sea vendida a capitales extranjeros. Las rutas del ferrocarril abrieron paso a inversiones de comerciantes y compueblanos, que vinieron de diversos lugares del Perú y del extranjero, como las familias arequipeñas, italianas, francesas y otras, que se vieron comprometidas con el quehacer de la ciudad.
La Peruvian Corporation fue vendida a “precio de huevo roto”, como se dice en el argot criollo, y ya sólo realiza viajes esporádicos, trasladando turistas hacia el Qosqo y Machu Picchu, y el acarreo de minerales de oro, plata, estaño, cobre, uranio, antimonio y otros, desde los yacimientos ubicados en las provincias aledañas de Melgar, Carabaya, San Antonio de Putina, Azángaro y Lampa. También traslada lanas, combustibles y otros productos, conectando las regiones del sur del país, concluyendo en Mollendo, Matarani e Ilo. Las influencias del mundo semicolonial, en tránsito a la dependencia de los medios de producción, fueron aprovechadas por el gamonalismo dirigente, los terratenientes y demás dominadores en beneficio del capital extranjero, en la sociedad de entonces.
El colono, mal llamado “indio”, fue sometido a trabajos forzados, humillado y explotado, con nada o escasa remuneración, con la primacía del yanaconaje como fenómeno social, económico, social y político. Reinante desde las principales esferas gubernamentales y de los propietarios de los Medios de Producción, haciendas, fue llevando a la desintegración del Ayllu Incaico, en detrimento de las mayorías, los mal llamados indios. Sometidos a trabajos en el interior de haciendas, prevaleció la plusvalía; ni que se diga del interior de las minas. Otros, dedicados al pastoreo y el cuidado del ganado, sirvieron de sustento económico a propietarios de grandes extensiones de tierra y a la crianza de ganado para el camal o la reproducción, ganado expuesto en ferias, organizadas por Sociedades Ganaderas y Mercantiles, que constituyeron avances de ese tiempo.

INFLUENCIA DE LAS TENDENCIAS INDIGENISTAS
La promulgación y aplicación del Decreto Ley de la Reforma Agraria y luego la contra reforma, fueron la marcha al caos y a la ruina del campesinado, heredados hasta hoy en día. El “Indigenismo” como corriente ideológica, literaria y educacional, primó en esta parte del país, como seguimiento de lo mismo que se realizaba en las grandes ciudades. La ciudad de Juliaca fue foco principal de compra y venta de productos en las Ferias Semanales, donde la población se aprovisionaba de alimentos, desde carnes, verduras, frutas y demás comidas para consuno semanal, abastecidas en dichas ferias.
La influencia del Indigenismo, corriente política, educativa y literaria, en el departamento de Puno, permitió el despliegue de valores como el Maestro José A. Encinas Franco y su Tutela Indígena, que se extendió a lo largo del departamento, influenciando en el sur del país y posteriormente a nivel nacional. Similarmente apareció la figura y labor del médico Manuel Núñez Butrón, quien harto de haber presenciado la explotación reinante y el menoscabo de la salud de los pobladores del campo por parte de los gamonales de entonces, logró crear y hacer funcionar el Indigenismo en Salud. Constató que los mal llamados indios, sufría enfermedades contagiosas, a causa de los horrendos tratos y la explotación del hombre por el hombre. Propuso entonces, en los diferentes centros de Salud que le tocó regentar, campañas de educación, limpieza y erradicación de enfermedades comunes, enfermedades que les carcomían la piel. Aquellas campañas confrontaron, por intermedio de esa corriente, las enfermedades de los mal llamados indios. Él mismo las encabezó con el nombre de Rijcharismo, corriente del Despertar en Salud, que significaba tanto la erradicación del analfabetismo, como la práctica de limpieza y el mantenimiento de la salud en buenas condiciones.
LOS MOVIMIENTOS CAMPESINOS
En el nivel regional, en el año de 1923, se produjo en Wancho-Lima, Huancané, el movimiento social y político de defensa de la educación del hombre Andino, contra el gamonalismo reinante que no dejaba espacio para la educación de los niños y la juventud. Surgió así la rebelión de líderes aymaras encabezados por Carlos Condorena, Rita Poma Justo y varios otros, llegando a fundar la “Nueva Capital de la República” con el trazo de calles y avenidas similares a la ciudad capital de la República, de ahí el nombre de Wancho – Lima.
Siguieron otros movimientos aislados, como los de Teodomiro Gutiérrez (Rumi Maki), Juan Bustamante Dueñas y Ezequiel Urbiola en contra de los gamonales y terratenientes por sus malos tratos. Hicieron remecer el ambiente político, social y hasta económico de la región. Al ser apresados, los asesinaron cruelmente en son de escarmiento y pacificación. Es desde aquellas veces que el gamonalismo y los pueblos de Puno enfrentaron movimientos, al punto de hacer dar pie atrás al mal trato que se daba a los mal llamado indios. El estallido de la revolución encabezada por el señor Sánchez Cerro (1930) tuvo implicancias posteriores; las contradicciones se agudizaron entre patrones, comunidad y toda la población.

CREACIÓN DE LA PROVINCIA DE SAN ROMÁN
Después de una larga lucha efectuada por vecinos, autoridades, y parlamentarios por Puno, de diferentes organizaciones políticas, que presentaron sus peticiones ante los gobiernos de turno, el 6 de setiembre del año 1926 se crea la Provincia con el nombre del presidente de la República del siglo XIX pasado, Don Miguel de San Román. Debido a las distancias entre la capital de la República y Juliaca, dicha Ley no pudo ser alcanzada oportunamente, por lo que autoridades del nivel nacional y del propio pueblo de entonces, emitieron una Ley para festejar la inauguración de la nueva provincia, para el día 24 de octubre de aquel mismo año.
Por lo cual hoy en día se prefiere su cumplimiento en dicha fecha; un caso sui géneris, imborrable en el tiempo. El año próximo 2026, Juliaca, como Capital Provincial, cumplirá su Primer Centenario. Los personajes que más sobresalieron para su reconocimiento son el Diputado por Azángaro Luis Felipe Luna y el Dr. Mariano H. Cornejo Centeno, presidente del Congreso de la República; loas para este singular personaje arequipeño de nacimiento, pero de corazón puneño.
REFORMA DE LA ACTIVIDAD AGRARIA
En 1969, el Gobierno Revolucionario de las FF.AA. dictó la Ley de Reforma Agraria, influenciando notablemente en la propiedad de la tierra, al punto que muchos propietarios vendieron sus terrenos y ganado a precios bajísimos, pasando el usufructo de sus tierras y ganados a otros propietarios, disminuyendo el poder del gamonalismo y la cantidad de terratenientes, constituyéndose más bien Empresas de Propiedad Social, Cooperativas y el SINAMOS (Sin Amos, en el argot criollo). En cuanto a la economía de la población, las tierras de los propietarios pasaron a ser en forma esporádica propiedad de los mal llamados “indios”, colonos o trabajadores de aquellas haciendas intervenidas por el Estado y siendo distribuidas las tierras a los nuevos propietarios cumpliendo el lema: El patrón ya no comerá más de tu pobreza.
Con la devolución de las propiedades a sus anteriores propietarios, propiciada por Morales Bermúdez y acrecentada en el gobierno del presidente Belaunde Terry, fueron importantes los movimientos políticos para el desarrollo de la ciudad de Juliaca y la provincia. Es más, hacia los años de 1959 y siguientes, en Juliaca se ejecutó la adhesión de ganaderos y criadores de ganado, expandiéndose el comercio de ganado vacuno, ovino, y auquénido, más con la realización de Ferias Ganaderas, año tras año, mostrando avances en ganadería y desarrollo del agro por la presencia de algunas empresas del nivel departamental, en grupo, y en forma personal, resultando series de criadores y ganaderos y una incipiente forma de capitalismo y surgimiento de nuevos dueños de los Medios de Producción, quienes trabajan la tierra y cuidan la reproducción del ganado.
Actualmente se desarrollan, con la dirección de pequeños y medianos propietarios y de empresas de arraigo regional con vasta organización comunal y empresarial, dignas de aprecio y admiración. A lo que se suma el movimiento de capitales en base al apoyo del Estado peruano. He ahí las estadísticas que muestran avances de los métodos utilizados por criadores, productores y comercializadores; desde allí la dedicación del hombre y mujer juliaqueños inmersos en el comercio y el intercambio de todo lo que producen.

LOS MOVIMIENTOS POLÍTICOS
En esos álgidos años de la República y de la creación de la Provincia de San Román, la influencia de diversos movimientos políticos, optados por la población y sus dirigentes, como de grandes líderes, fue importante. En 1928 se produjo la fundación del Partido Comunista Peruano encabezado por el escritor José Carlos Mariátegui (1928) quien tuvo repercusión no solo en el interior de Perú, sino en el mundo entero. En el departamento de Puno surgieron así grandes intelectuales de valía, como la lucha emprendida por los hermanos Mendoza Díaz, sobre todo de Vicente Mendoza Díaz, que solo con su deceso se pudo opacar la mecha encendida de la línea socialista que abrazó, junto con otros líderes representativos de nuestros pueblos altiplanenses.
Surgieron así varios de partidos políticos con raigambre nacional, como el mismo Partido Comunista, la Democracia Cristiana, el APRA, Acción Popular, PPC y otros posteriores, más el movimiento regional FRENATRACA o FNTC, fundado por el líder sindical Néstor Cáceres Velásquez, secundado por el abogado Roger Cáceres Velásquez, quien todavía vive. Junto con otros sindicalistas burgueses, los hermanos Cáceres han sido la nota de transformación política que vivió la provincia y que influyó en diversas regiones del país. De las filas del FNTC en Juliaca sobresalieron alcaldes elegidos democráticamente, desde el señor Luis Cáceres Velásquez, Pedro Cáceres Velásquez, Vidal Chávez Lipa, Marcos Valencia Toledo y hasta el creador de la letra y música del Himno FRENATRACA, abogado Joaquín Vélez Pilco.
Hacia 1984, en el Congreso de la República percibimos la presencia de
representantes en la Cámara de Diputados, logrando realizar la Huelga de Hambre en las propias instalaciones del Congreso, con muy buenas repuesta para el desarrollo de Juliaca y la provincia, al haber exigido ese jalón de Progreso requerido en tales circunstancias. Así se logró la apertura del Aeropuerto Inca Mallku Qhapaq (1). Por su parte el FNTC, tuvo varios cuadros de alcaldes, ni qué decir de muchos distritos.
Hacia la última década del siglo XX y comienzos del XXI, surgieron en la provincia, algunas organizaciones políticas con afán de gobernar la ciudad de Juliaca y el Gobierno Regional de Puno. Logrando ser electos para la alcaldía de Juliaca, en algunos casos con magros resultados, desde el FREPAP, cuya figura representativa fue a parar al Penal, al igual que otro liderado por Ricardo Castillo Cáceres quien también llego hasta allí. Más adelante con el gobierno del representante del Partido Siempre Unidos (de la Mamá y la wawita), a más de hacer algunas obras para la modernidad de Juliaca, fue internado en la cárcel de Juliaca, y por diversas circunstancias, llevado al penal de Yanamayo de Puno, donde fue asesinado vilmente, y cuya autoridad hizo pasar por suicidio.
En la era de la descolonización y desalienación cultural, empezando por la dación de la Ley que hace de Juliaca la Capital de la Integración Andina (1987), se suscitaron en esta ciudad importantes actividades históricas, culturales y de acercamiento a la práctica de lo andino. Dejando casi de lado la concepción errada de nombrar indio o indígena a los descendientes de los incas o campesino. Para nosotros, debe llamárseles Andino, en razón a que no hemos sido, ni somos indios, conceptos que fueron siendo dejados de lado, primando así lo Andino y la construcción de una nueva sociedad, enmarcada en desterrar los moldes occidentales, en el reconocimiento y primacía de las Lenguas Originarias (Quechua, Aymara, y Amazonenses), y la prevalencia de costumbres provenientes de remotos tiempos del dominio incaico, como Machuaychas y Chiñipilkos (2).
COMBATIVO PUEBLO DE JULIACA
El pueblo de Juliaca, cumpliendo su tarea de lucha constante, protesta cuando no está de acuerdo con los gobiernos municipales de derecha, ni del centro, como en año 2022, después de la masacre impuesta por el régimen de Boluarte salió a las calles a protestar en defensa de sus hijos y la población caída en la llamada “toma del aeropuerto Inca Manco Cápac” y a enterrar a sus muertos, 17 asesinados. A la fecha, sus familiares, lloran y exigen sean condenados los asesinos, hecho que no se realiza por la injusta acción penal contra el verdadero Presidente de la República, el Profesor Pedro Castillo Terrones. Las masas de trabajadores, comerciantes e industriales, así como las “calceteras” y amas de casa, con que cuenta esta Perla del Altiplano, no descansan ni desmayan en sus propósitos.
Juliaca, desde que se convirtió en capital de la Provincia de San Román, ha sido el Eje Comercial de la Región y su población, según los últimos censos, está conformada más por vecinos de las diversas provincias aledañas del norte del departamento de Puno, que son el 90 % de la población de la ciudad. Dedicada al comercio y la producción, Juliaca realiza sus ferias semanales los sábados y domingos e importantes fiestas como la Patronal del mes de setiembre, la Feria de Capital de la Integración Andina, donde se ofrece toda la capacidad creadora e impactante de sus pequeñas, medianas y gran empresa. Por lo cual ha sido considerada un “Taiwán Chico”, donde se fabrican, ofrecen y venden hasta piedras extraídas de los ríos, ríos de aguas cristalinas, hoy contaminadas con el relave de las minas. Como el Ramis y el Coata cuyas agua turbias y exentas de pescados, que antes tenían, como truchas, suches, umanto, ni qué decir de las challwas, alimentos de primer orden, hoy desaparecidos.

Es de mencionar que el pueblo juliaqueño con la presencia de algunos lideres
esporádicos, sin formación, sujetos a la improvisación, sin filiaciones ni formación políticas, han encaminado a la población en movimientos de fuerza como la huelga de Juliaca de 1965 en contra el gobierno del señor Fernando Belaúnde Ferry. Paro a favor de sus sentidas reivindicaciones primarias como la instalación de agua, luz y otras necesidades, que no los tenía, siendo tomado prisionero el alcalde de entonces Luis Cáceres Velásquez. La población entera salió a las calles, las damas vestidas de negro por la masacre que ordenara el Ministro del Interior Javier Alva Orlandini, quien vino a Puno en representación del gobierno a las fiestas por el aniversario de Puno. Las fuerzas policiales de Juliaca arremetieron contra la población en paro, con el saldo de más de veinte asesinados. El vate Vicente Benavente Calla (QEPD), incluye en una composición poética solamente a cuatro valerosos juliaqueños. El señor Luis Cáceres Velásquez, hacia el año 2000, publicó el libro “Mi Raza”, antes de su sensible deceso, donde relata pormenorizadamente aquellos luctuosos sucesos, así como otras acciones que hiciera a favor de los Juliaqueños. Desde entonces a la fecha, se desarrollan actividades de recuerdo que no van más allá de homenajes a los caídos, pero, no se han encontrado responsables.
Más adelante, con presencia de nuevas autoridades del gobierno local, igualmente el pueblo juliaqueño ha luchado con paros y huelgas, sin haber conseguido sus propósitos, simplemente recibió la represión y la cárcel. Como es el caso del alcalde David Mamani Paricahua, quien fue asesinado en el interior de la cárcel de Yanamayo de Puno. La población lo sintió mucho, pero tampoco en este caso, se conoce a sus asesinos. Fue uno de los buenos alcaldes que, a no dudarlo, hizo muy buenas obras para llevar a Juliaca a la modernidad. A los otros, sólo la historia sabrá responderles en su oportunidad.
Notas:
(1) Debería reconocerse así, al primer gobernante Inca, esto de acuerdo con las indagaciones y conclusiones en la actual Academia Mayor de la Lengua Quechua Regional Arequipa, de la cual soy miembro. Ese nombre qechuoaymara, en su traducción al español, tiene diversos significados. Entre ellos, Manco, significa sin brazos y Cápac, persona que extrae los testículos.
(2) Machuaychas y Chiñipilkos, considerados fuerza motriz de Juliaca, representan lo máximo de su folklore y el motor del desarrollo Juliaqueño. Según la Historia Social, fueron en un principio elementos del Carnaval Juliaqueño, tienen a su vez historia propia, con el correr de los años se dividieron en esos dos grupos (Ver el libro “El Carnaval Juliaqueño: Ofrenda a la Pachamama”, edición OTV, 2011,
Juliaca, de Samuel Álvarez Enríquez.