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La visita de los Chambillas, Juli, en la provincia lupaca de Chucuito
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La visita de los Chambillas, Juli, en la provincia lupaca de Chucuito

Por FÉLIX PALACIOS RÍOS

El objeto de este trabajo es explorar, someramente, los efectos de la presencia hispánica en la estructura social y organizativa del pueblo aimara a finales del siglo XVI y comienzos del XVII, a partir de la “Visita de la parcialidad Chambillas”, un documento que forma parte del legajo denominado Residencia del Conde de la Gomera, 1610, AGI Escribanía 857a del Archivo General de Indias. El Conde de la Gomera, Antonio Peraza de Ayala y Rojas, pariente del Rey Felipe II, fue gobernador de la provincia de Chucuito desde el 6 de enero de 1599 hasta el 4 de agosto de 1609, en que es nombrado presidente de la Real Audiencia de Guatemala. Pretendo contribuir al mejor conocimiento documental del grupo étnico aimara y de Juli, una de las “cabeceras” más importantes del señorío lupaqa de Chucuito.

El estudio etnohistórico sistemático de Chucuito y del señorío lupaqa, se inicia en 1951 cuando M. Helmer publicó el resumen de una visita administrativa realizada en 1567 a esta provincia. Cuando en 1964 se publica la “Visita hecha a la provincia de Chucuito por Garci Diez de San Miguel en el año de 1567”, se desata un enorme interés por los estudios etnohistóricos andinos. Esta Visita muestra la compleja organización social, económica y política del señorío lupaqa, cuya capital era el pueblo de Chucuito. John Murra en “Una apreciación etnológica de la Visita” (1964) además de señalar que la población lupaqa había escapado al régimen de encomienda por ser Chucuito propiedad personal del Rey, y que los lupaqa eran ricos gracias a los ingentes rebaños de llamas y alpacas, piensa que el mérito más grande del estudio de los lupaqa es la luz que provee sobre el dualismo en la organización social y política de la sociedad andina. Señala que “Las diferencias de la organización social entre Juli y las demás provincias lupaca son numerosas y merecen la atención de los estudiosos”.

Plaza de Chucuito. Pintura de Jorge Vinatea Reinoso

Mientras que en el resto de los pueblos lupaqa a orillas del lago Titicaca, la organización política se basaba en la partición dual de sayas – parcialidades Hanansaya y Urinsaya, en Juli, además, estaban las parcialidades Chambillas y Chinchaysuyus.  Juli tenía una estructura compleja y diferente puesto que allí estaban ubicados, no sólo los habitantes oriundos de la provincia de Chucuito, aimaras y urus, sino también se encontraban mitmas chinchaysuyus e inkas.

Al llegar los españoles, rápidamente reconocen la riqueza de la provincia de Chucuito, por su gran población y sus recursos, sobre todo agrícolas y ganaderos, por eso, muy pronto, la provincia lupaqa de Chucuito es separada del resto como “hacienda privada del Rey”, convirtiéndose así, los lupaqa, en súbditos directos de su Majestad, posición envidiada por sus vecinos.

En la visita de Diez, se lee que, a fines del mes de febrero de 1567, se presentó Martin Qhari, señor de la mitad Anansaya de la provincia de Chucuito, ante el visitador. Lo acompañaba un funcionario indígena cargado de una serie de cordeles anudados, khipu, y declaró que éste era el último censo mandado a levantar en tiempos del Inka: “…pareció don Martin Cari cacique principal de la parcialidad de Anansaya y trujo consigo unos hilos de lana con unos nudos en ellos que dijo ser el quipo y cuenta de los indios tributarios que en tiempo del ynga había en esta provincia de Chucuito y que dicho quipo es el último que se hizo en tiempo del ynga…”

Al leer en el khipu la parte correspondiente a Juli describe: “En el pueblo de Juli y su partido de la parcialidad de Anansaya y Chambillas mil quatrocientos y treinta y ocho indios aimaraes y de Chinchasuyo del dicho pueblo de Juli que son mitimaes puestos allí por el ynga de la dicha parcialidad de Anansaya ciento y cincuenta y tres indios y de uros de la misma parcialidad ciento y cincuenta y ocho indios. De la parcialidad de Lurinsaya del dicho pueblo de Juli mil y ochocientos y cuatro aimaraes y doscientos y cincuenta y seis indios uros”. De donde se desprende que la estructura política de Juli, en tiempo de los incas, se ordenaba de acuerdo con las siguientes etnocategorías:

  1. Anansaya y
  2. Chambillas, ambos considerados indios aimaraes
  3. Chinchaysuyus, mitimaes puestos por el Inga, también Anansaya,
  4. Uru, de la mitad Anansaya;
  5. Urinsaya, indios aimaraes; y
  6. Uru, Urinsaya
Contador de Kipus. Guman Poma de Ayala

¿Cómo es que estaba organizado Juli, al momento de la llegada de los españoles? El khipu indica que la provincia inka lupaqa estaba organizada sobre la base de siete pueblos o cabeceras y que cada una abarcaba un determinado ámbito o distrito. Los pueblos, a su vez, estaban divididos en dos “parcialidades” o sayas que son simbólicas de una división dual: Hanansaya y Urinsaya. Un único pueblo, el de Juli, estaba no sólo dividido en las dos parcialidades tradicionales, sino que la mitad Hanansaya, contenía además las subdivisiones: Chambillas y Chinchaysuyus, mitmas puestos por el Inga. ¿Quiénes eran las chambillas? y ¿quiénes los chinchaysuyus?

Población de Juli, según el último censo inka codificado en un Khipu presentado por don Martin Qhari, Señor lupaqa en 1567

Pueblo/ParcialidadAimaraUroMitimaesTotal
Juli, AnansayaChambillas1,4381581531,749
Juli, Urinsaya1,804256 2,060
Fuente: Visita de Diez de San Miguel [1567]

En primer lugar, hay que reconocer que las sayas Hanan y Urin, tenían un estatus similar de prestigio, aunque Hanan tenía el privilegio de ser primus inter paris. Sus señores se sentaban a la derecha (la posición más prestigiosa) y eran llamados primero en todo. Por lo tanto, chambillas y chinchaysuyus, al ser ubicados en la mitad Hanan, compartían este mayor prestigio.

De los chinchaysuyus, no hay duda respecto de su origen. Pertenecen al sector chinchaysuyu, una de las cuatro partes del mundo en que estaba dividido el imperio inka; abarcaba la región de la costa de Camaná hacia el norte y recibe su nombre por la etnia Chincha, reino poderoso anterior a la presencia Inka y que aún tenía mucho prestigio y poder durante el imperio.

Chinchaysuyu, también era un sector de la ciudad del Cusco que, simbólica y espacialmente, se dividía en cuatro sectores o suyus. El sector Chinchaysuyu, era el de mayor prestigio en la distribución espacial del Cusco. Allí tenía su palacio Inka Yupanki, Pachakuti, el gran reformador, el iniciador de la expansión del Tawantinsuyo. De modo que, sea que los chinchaysuyus de Juli provengan del suyu imperial o del suyu urbano del Cusco, es evidente que gozaban del más alto prestigio, no sólo en la provincia de Chucuito, sino en todo el Imperio. Cuando el Inka puso una pequeña colonia chinchaysuyus en Juli, uno de los sitios más espectaculares y ricos del altiplano, especialmente por sus enormes hatos de llamas y alpacas, no lo hizo con el único fin de mantener a raya a los levantiscos lupaqa,  ya que para ello hubiese bastado -como lo hizo-  con poner una guarnición inka en Chucuito, capital y residencia de los señores lupaqa, sino  que, al reconocer el alto estatus regional de Juli, quiso honrarla con la presencia de lo mejor de su dinastía, a la vez que ésta podría supervisar y gestionar los ingentes rebaños de la región.

Luego, ¿quiénes eran los Chambillas? El profesor Waldemar Espinoza tiende a juntar bajo una misma categoría a chambillas, incas y chinchaysuyus. Como se ve en la visita de 1567, el censo inka identifica y por lo tanto separa, a chambillas y chinchaysuyus, pero no habla de mitmas inka. Sostengo que los chinchaysuyus eran, en efecto, cusqueños del sector chinchaysuyu del Cusco y por lo tanto de la clase más alta, inkas ubicados en Juli para honrar –al tiempo que controlar- a la etnia lupaqa, de ahí que se les considere mitmas. Sin embargo, queda pendiente el problema de los chambillas.

Chullpas de Molloco, Acora (Chucuito)

El censo inka demuestra que los aimaras hanansaya y chambillas –además de chinchaysuyus y urus- pertenecían a la parcialidad hanansaya (ubicados en dos ayllos: Collana Chambillas y Sulca Chambillas). El nombrarlos específicamente como un grupo aparte, indica que estos tenían un estatus especial, sea porque pertenecían a un estrato superior, sea porque tenían otras consideraciones para hacerlo. Que eran aimaras, no cabe duda. Baste recordar el censo inka que los declara procedentes de hanansaya y chambillas con una cantidad de tributarios considerados en la categoría de aimaraes. En abril de 1567, el visitador Garcí Diez de San Miguel, en el pueblo de Juli, ordena que se presenten los kurakas e indios principales. Al ser preguntados por las parcialidades y pueblos que había en la jurisdicción de Juli dijeron: “…hay la parcialidad de Anansaya … y otra de Urinsaya … y otra parcialidad que se llaman de Ayanca que asimismo son urinsayas de que son caciques don Ambrosio y don Carlos Vicsa, y que asimismo hay aparte de diversas naciones ciertos indios chinchaysuyos que son mitimaes puestos por el ynga…”. De aquí se desprende que en 1567 se reconocían las siguientes categorías étnicas:

  • Anansaya, sus caciques Baltasar Paca y Francisco Nina Chambilla
  • Urinsaya, sus caciques Felipe Chui y Carlos Calisaya
  • Ayancas, correspondiendo a la mitad Urinsaya, sus caciques Ambrosio [Tira] y Carlos Vicsa
  • Chinchaysuyos, “mitimaes puestos por el Ynga”.

No se hace referencia en este punto a los chambillas, pero el apellido del kuraka nombrado en segundo lugar, Francisco Nina Chambilla, es indicativo de que el ayllo chambillas estaba subsumido en la parcialidad Anansaya.

La visita de 1567 también trae una nueva etnocategoría para la mitad urinsaya: los ayancas, que no habían sido citados en el censo inka y aquí aparecen como un grupo diferenciado de los aimaraes de urinsaya. Es interesante y podría ser indicador de la vocación productiva de los ayancas  que poseían 8,221 cabezas de ganado, mientras que hanansaya 3,886 y urinsaya 4,639, casi el monto de hanansaya y urinsaya juntos. Por lo tanto, parece que los ayancas eran un grupo especializado en el pastoreo de llamas y alpacas.

En 1574, el virrey Francisco de Toledo ordena una nueva tasa que deberían pagar los pueblos del señorío lupaqa al Rey. Aunque no se ha descubierto aún el padrón original pormenorizado, casa por casa, elaborado por los visitadores de la provincia de Chucuito, en el texto de la visita aparecen hasta dos resúmenes de la población de la provincia. El primero es una simple lista de tributarios ordenada por pueblos o cabeceras y categoría censal y el segundo, que interesa para los fines del presente trabajo, documenta a los tributarios por cabecera, por parcialidad y categoría tributaria.

Pueblo o cabecera: JuliAimaraesCuracasTotal aimaraesUrosTotal
Hanansaya13121513271421469
Urinsaya78015795164959
Ayanca783 783 783
Fuente: Fuente: Diez de San Miguel.

La tasa del virrey Toledo repite las etnocategorías usadas por Garci Diez en 1567. Sin embargo, cuando señala el monto del salario que recibiríana los funcionarios indígenas señala lo siguiente:

  • Francisco Ninachambilla, Cacique Juli Hanansaya
  • Baltasar Paca, Cacique Juli, Hanansaya
  • Felipe Chuy, Cacique Juli, Urinsaya
  • Ambrosyo Tira, Cacique Juli, Ayancas

De modo que en esta lista se encuentra las cuatro diferentes parcialidades para indios aimaraes, que se anotó en el censo inca, exceptuando a los urus: dos caciques Juli Hanansaya, un cacique Juli Urinsaya, y un Cacique Juli Ayancas. Podemos reconocer a Francisco Ninachambilla como el kuraka de Juli Hanansaya Chambillas por su apellido; entonces, Baltasar Paca sería el kuraka Juli Hanansaya aimaras; y Felipe Chuy, kuraka Juli Urinsaya. Entonces, ¿dónde quedaron los chinchaysuyus? Cuando se especifica el monto de la tasa que han de pagar los tributarios de Juli, se establece que los indios aimaraes y uros deberían enviar indios a Potosí, pagar en plata y en tejidos. Del mismo modo los de la parcialidad de urinsaya: aimaraes, uros y los ayanca. La tasa no menciona específicamente a los chinchaysuyus.

A comienzos del siglo XVII, los indios de la provincia de Chucuito reclaman ante el Rey: “… que viéndose agraviados y molestados del tributo que los indios viuos pagaban por los difuntos ausentes estando como estaua tan subida la tasa que hizo el señor virrey don Francisco de Toledo por donde pagaban el tributo que les cauia no podían pagar ni siendo tanto el menoscabo y diminución que no podían sufrir…” (Visita de los Chambillas). Se ordena al virrey Luis de Velasco realizar nuevos censos y se le encarga a Gonzalo Gutiérrez de Figueroa levantar el censo. Éste presenta en su informe las siguientes cifras, manteniendo las etnocategorías del censo anterior.

Ver También

Pueblo /ParcialidadAimaraesUrosTotal
En la prov.En  PotosíReservadosEn la prov.En Potosí
Juli Hanansaya Huancollo4349812  544
Chambillas2926588111457
Urinsaya51193206416704
Ayanca49686   582

Finalmente, el virrey de Velasco ordena al kuraka de los Urinsaya de Acora, que era a su vez, gobernador de la provincia de Chucuito, don Joan Pomacatari, para que realice un nuevo censo frente a las deficiencias incurridas por Gutiérrez de Figueroa. En su informe, don Joan, constata que “… la parte de los Chambillas que gobierna don Felipe Sasi tiene dozientos y nobenta y dos aimaraes” y que don Sancho Cutipa, cacique de los Guancollos tenía “…591 indios”. De modo que se puede concluir que los chambillas eran los aimaraes de Juli de la parcialidad de Hanansaya y los guancollos eran los aimaraes de la mitad Urinsaya. En esta relación tampoco aparecen los chinchaysuyus, quienes o se regresaron a sus lugares de origen, como lo fue el caso en otras partes del imperio o fueron integrados en una unidad mayor por haber perdido parte de su población.

Para desenredar esta madeja, felizmente contamos con la “Visita de la parcialidad de Chambillas”, Esta visita efectuada en Juli el 30 de diciembre de 1603, nos aclara qué sucedió con los indios mitmas chinchaysuyus. Para este entonces el cacique de los chambillas era don Carlos Pacaxe, y esta parcialidad contaba con nueve ayllus:

1.   Ayllo Collana Chambillas;                                6. Ayllo Turi Urus;

2.   Ayllo Sulca Chambillas;                                   7. AylloHara; 

3.   Ayllo Cara;                                                       8. Ayllo Quita Hurus; y

4.   Ayllo Sullca Amani;                                         9. AylloChinchaysuyus

5.   Ayllo Quilca;

Aquí están los mitmas. A fines de 1603, los chinchaysuyus que en el censo inka llegaban a 153 tributarios se habían reducido a sólo 36. Ya no podían ser una parcialidad independiente. Fueron absorbidos por los chambillas, quienes, a su vez, habían visto decaer su población de forma alarmante, de 1438 en el censo inka a 385 tributarios, a menos de un cuarto de su población en un siglo.

Los chinchaysuyos, que ahora son sólo un ayllu de la parcialidad de los chambillas, por su reducido número, todavía se mantenían como un grupo étnico diferente, endogámico y posiblemente quechua hablante, en el corazón de la provincia aimara hablante.Son interesantes los apellidos de los chinchaysuyus, que parecen tener un origen quechua comparados a los de los chambillas que son de origen aimara:

Chinchaysuyos:
Don Pedro Hasto
Bartolomé Auquichaua
Bartolomé HuisaAncay
Domingo Curaca Amani
Calisto Auri Cori
Rodrigo Paucar Vilca
Ambrosio Libiac
Andres Vilca Cauri
Domingo Cusi Huamani
Chambillas:
Gaspar Taype Lupaca
Xristobal Coaquira
Pedro Yucra
Pablo Callisaya
Andres Aro Cutipa
Francisco Nina
Lupaca Carlos Carita  


Los cambios que afectaron al altiplano andino tras la llegada de los españoles son catastróficos, de ahí que el profesor Nathan Wachtel denomine a este fenómeno la “desestructuracíon del mundo andino”. Felizmente nuevos documentos permiten reconstruir, con mayor detalle este infausto proceso y sacar del olvido a estos pueblos que vieron, en menos de un siglo, mermar su población y hecho trizas sus formas tradicionales de organización social.

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