Historia del Centro de Folklore
Hace 50 años, un miércoles 8 de mayo de 1974, en reunión del Consejo Ejecutivo de la UNMSM, presidido por el Rector Dr. Juan de Dios Guevara, el Dr. Marco Antonio Garrido Malo hizo suya la propuesta alcanzada por los estudiantes Edgar Meza, Américo Valencia, Guillermo Pinto, Hernán Príncipe, Miguel Figueroa, Fernando Manrique, Dimas Vivanco, Soledad Lunarejo, Olga Romero, Mary Céspedes, Gloria La Hoz, Maritza Hipólito, Graciela Balarezo, Alfredo Torres, Hugo Manrique, Antonio Matta, Luis Roca, Juan Zarate y Eduardo Morales, por el cual se creaba una institución nueva denominada “Centro Universitario de Estudio y Difusión del Folklore Nacional”.
La creación del Centro significó un triunfo histórico que elevaría los niveles de investigación, estudio y difusión de nuestro patrimonio inmaterial, tarea que la universidad se resistía a implementar y que la persistencia de los estudiantes arrancó como reivindicación del derecho de manifestar nuestra cultura y la afirmación de nuestra identidad.
Muchas personas e instituciones hicieron posible este logro; mencionaremos por primera vez el nombre de una dama tacneña que en silencio interpuso sus buenos oficios y logró que el Rector pusiera en agenda dicho proyecto, me refiero a la señora Matilde Regina de Zela Hurtado.
Asimismo, la Federación Universitaria de San Marcos, la Confederación Campesina del Perú cuyo Secretario General fuera asesinado el año anterior, el Frente Estudiantil Revolucionario, el Sindicato de Trabajadores de la UNMSM, la Federación de Pescadores del Perú, el Comité de Lucha de Comensales y la Escuela de Bellas Artes.
Sobre la base de la antigua Peña Folklórica y la Estudiantina de San Marcos, iniciamos esta tarea de fortalecer nuestra primera institución cultural de San Marcos, con un repertorio propio de los departamentos de Puno, Cusco y Junín.
En lo que respecta al arte popular danzario y musical de Puno, las danzas originalmente interpretadas en el Centro Universitario de Folklore de la Universidad San Marcos fueron la “Pandilla Puneña”, la “Llamerada”, la “Kullawa”, el “Kajelo”, “Carnaval de Arapa”, “Carnaval de Ichu”, “Tarpuy de Pukara”. A partir de su refundación como Centro Universitario de Folklore en 1996, el repertorio se amplió a “Sikuris de Taquile”,” Morenada”, “Caporales de la Tuntuna”, “Diablada” y algunas otras estampas altiplánicas.
Ante la convocatoria del CUFUSM, desde el año 1998 el Festival Inter facultades, permite a los estudiantes difundir en su mayoría danzas de Puno.
Acerca del Conjunto de Zampoñas
“Estas flautas de pan, como técnicamente se les llama, plenas de vida y de sonidos enérgicos y severos, son populares no solo en el sector campesino, sino también entre estudiantes, escolares y universitarios de las urbes. Más de una ventura o anécdota riesgosa han debido sortear quienes la practican como un compromiso, sólo por el hecho de ser portadores de melodías e integrantes de estos conjuntos ancestrales, que parecen representar el símbolo de la unión pan andina; otros con menos suerte terminaron presos y fichados por integrar uno de estos conjuntos instrumentales, sospechosos de no se sabe qué, todo porque en ciertos momentos de inestabilidad y cambio político y económico los artistas e intelectuales son sospechosos por lo que digan o hagan y hasta piensan” (César Bolaños, Las Antaras de Nazca, 1988).
Como todos sabemos, el siku altiplánico es un instrumento colectivo por excelencia, que refleja el carácter colectivo y comunitario de los pueblos andinos, donde priman los valores y la solidaridad frente al individualismo. El diálogo musical obliga a mantener una comunicación permanente con su par y con el resto de los ejecutantes, tanto por la búsqueda de la armonía musical, como por la transmisión del mensaje grupal que simboliza el comportamiento social las comunidades y pueblos altoandinos quechuas y aymaras.
Durante años, el elenco de Música y Danzas de la UNMSM, acudía a las diferentes actividades locales y nacionales, acompañados por los “Sikuris 27 de junio” de la AJP, la última actividad con ellos se realizó en la semana santa de Tarma en abril de 1976, luego sus propios compromisos les impedían mantener esa colaboración y trabajo asociado, por lo que tuvimos la necesidad de organizar un conjunto de zampoñas, que inicialmente se le encargó a Américo Valencia, quien se excusó de organizar dicha agrupación por tener a su cargo su Proyecto “Hatarisun”.
En agosto de 1976, visitamos dos dirigentes sanmarquinos la ciudad de Arequipa; establecimos una reunión con el entonces estudiante del último año de Derecho Víctor Torres Estévez en la Residencia Universitaria. Mientras realizábamos las coordinaciones del caso, escuchamos en uno de los patios el sonido que emitían unas zampoñas, al preguntarle a Víctor, él nos manifestó que en una de las habitaciones vivían estudiantes huancaneños, eran los Hilasaca y dentro de ellos Vicente Mamani Hilasaca. Nos interesó conocerlos y visitamos su habitación y les confiamos que queríamos organizar el elenco de zampoñas en la UNMSM; dentro de la conversación surgió la idea que uno de ellos (Vicente Mamani) que ya terminaba su carrera de contabilidad podría apoyarnos en esa tarea, y nosotros brindarle el alojamiento en la Residencia Universitaria de la Av. Grau y alimentación en el Comedor Universitario.
Vicente aceptó la propuesta y en el mes de octubre nos visitó en Lima y lo alojamos en nuestra habitación del cuarto 20 y lo invitamos a la casona para que conozca a los integrantes de nuestra Estudiantina y Danza, e inmediatamente lo presentamos como profesor del curso de Zampoñas que habíamos iniciado con nuestra Escuela de Capacitación en Folklore y que inicialmente no tuvo mucha expectativa.
Este hecho nos obligó a preparar una gran convocatoria para el Ciclo de Verano 77, en el que si tuvimos mucha acogida y tomamos la determinación que ese grupo de alumnos sería la base para el futuro Conjunto de Zampoñas de San Marcos; la base de su repertorio era “3 de mayo”, “Amanecer Cojateño”, “Toreros” principalmente y con la modalidad de un solo bombo (sikumorenos).
Habiéndose programado su debut oficial para la “Festividad del Mariscal Chaperito” en Canta, éste se adelantó cuando una institución sanmarquina de estudiantes vinculados a las Comunidades Originarias Ashanincas, el Comité de Apoyo a las Comunidades Nativas-COACONA, organizó un evento solidario programado para el domingo 3 de Julio. Fecha que inició oficialmente la tarea de difusión del Conjunto de Zampoñas de San Marcos en ese entonces, Grupo de Zampoñas, bajo la Dirección de Vicente Mamani.
El Conjunto de Zampoñas -en adelante CZSM- ha tenido y tiene un importante repertorio, tanto en la interpretación de diferentes estilos tantos quechuas (Ayarachis de Lampa, Sikuris de Takile), como aymaras (Ilave, Huancané, Moho y Mañazo de Puno). Todos ellos con gran propiedad, habiendo sido el CZSM ganador absoluto en el Concurso de Zampoñas para asistir a la Festividad de la Virgen de la Candelaria en Puno.
En San Marcos, además del CZSM, existieron otras agrupaciones de zampoñistas de índole altiplánica. Por su lado, los ex integrantes del CZSM, han organizado el Conjunto de Zampoñas “12 de Mayo”, bajo la dirección de David Legua.
La puneñidad en San Marcos, siempre ha estado presente, sea con los Elencos de Danza, Estudiantina y Zampoñas o a través de la participación de sus integrantes por intermedio de las diferentes filiales o bloques existentes en Lima y que participan en la Festividad de la Virgen de la Candelaria.