Escritor, visionario, Quijote puneño, se pronuncia sobre los problemas comunes del Perú y de Bolivia. Aspira a la nacionalidad reintegrada. Cree que el indio será la base auténtica de una gran nacionalidad. No se sintió nunca en Bolivia extraño ni lo consideraron extranjero allá punto su libro EL PEZ DE ORO es una especie de teogonía collavina. Cómo enjuicia a las comunidades indígenas. (1)
CEPA ANDINA
Pertenece Arturo Peralta, nombre ya en desuso desde que su pseudónimo, Gamaliel Churata, es conocido continentalmente, a la familia puneña de los Peralta, de extraordinario destino, pues todos sus miembros viven y alientan su vida con el soplo de lo trascendente. Quiere decirse que, contrariamente a lo que siente el común de los mortales, esta estirpe intelectual y de artistas, por lo menos tres de los ocho hermanos -Gamaliel, Alejandro y Cunurana- viven en trance, fija la mirada en un más allá, no en una lejanía metafísica, sino en la belleza y la justicia. Y por eso, estos tres hermanos, cada uno a su modo, y cumpliendo la terrible verdad que se encierra en las palabras del poeta Platen: “Quién de frente contempla la belleza se inclinará del lado de la muerte”, viven sin pedirle a la vida otra cosa que materia para la lucha y para el canto.
Todos los que persiguen afanosamente un ideal, llevan en su persona un no sé qué, algo así como un halo misterioso que los diferencia de los demás hombres. Es como el que está en estado permanente de partir, como el soldado que empuña el fusil para la lucha. Es el nimbo del inconformismo, que rodea la figura del santo, del artista y del soldado. Más que en la tierra que pisan, viven ellos en el mundo que están amasando con sus cotidianas angustias. Los Peralta tienen ese esa hermosísima calidad humana, más hermosa mientras más dolor produce. Y están definitivamente afiliados a esa bandera suprema, pues ya tienen más de media vida consagrada a mantenerla en alto.
Gamaliel Churata, el mayor de los hermanos, abandonó el Perú en 1932, no sin haber dejado en Puno el mensaje casi apostólico, pero ardiente, de su personalidad. No fue Gamaliel de los que se dejaron ganar por París, para perfeccionar su cultura y ensanchar la visión del mundo con el panorama europeo. Gamaliel pasó apenas la línea de la frontera con una tremenda ansia de reintegración, y se radicó en La Paz, a pocas horas de Puno, en esa cuenca repentina que se abre en el altiplano, a la vista del Illimani. A pesar de los años transcurridos, Gamaliel nunca se ha sentido ni espiritual ni físicamente apartado del Perú; y los del otro lado de la línea divisoria no lo han considerado como un extraño, sino como de casa. Síntoma que revela tremendas posibilidades históricas: se dirá que eso se debe al hecho de que tanto en Puno como en La Paz el idioma oficialmente en curso es el español. Nosotros presumimos otra cosa: ello se debe más bien a la corriente subterránea del aymara, que ejerce un extraño magnetismo sobre los hombres que anhelan ardientemente el resurgimiento de los valores netamente americanos como fuerzas decisivas para la plasmación de estas nacionalidades. Churata se siente animado por un espíritu poderosamente ancestral y terrígeno que le impele, no a desandar el camino, sino a salir de los de los cauces convencionales que la historia ha sancionado pasajeramente. Y si no díganlo las palabras de honda significación que encontramos en su libro “El Pez de Oro” publicado recientemente, y que ha conmovido profundamente a los intelectuales bolivianos.
Helas aquí: “¿Ha sido cancelado el destino del pueblo indio? Acaso las naciones iberoamericanas nada entienden ya de sus deberes arcaicos, si en ellas se opera la transfusión de Occidente, representada por los aludes y inmigratorios y la sumisión a su cultura aluvional. Esto no excluye el de las naciones que una sensibilidad americana subsiste. Es en estas que toda actitud vacilante implicará traición a los destinos americanos. Por lo menos ecuatorianos, peruanos o bolivianos están obligados a representar la surgencia de un americanismo clásico, deviniendo nacionalidades incaicas. Que solo así retendrán el legado del espíritu patricio, de otra manera condenado a desaparecer”.
Tales son las palabras, demasiado radicales en ciertos aspectos, de Gamaliel Churata, toda vez que los pueblos por él citados somos productos de una mezcla de razas de culturas y de destinos. Las razas irán fatalmente hacia el mestizaje; las culturas habrán de encontrar un denominador común. Lo que es preciso, para fomentar el desenvolvimiento de nuestras culturas, es el respeto a las lenguas nativas, que de ninguna manera deben desaparecer por obra consciente y deliberada de un sector predominante. Si es que se mestizan o desaparecen que ello se deba únicamente a la acción incontenible de la mecánica social.
PATRIA Y MAYORÍA
¿Crees, Gamaliel, que la relación naciones americanas, como Perú, Bolivia y Ecuador, basadas en mayorías étnicas nativas, estén en desventaja por este hecho ante naciones que tienen mayor unidad racial?
Ante todo, querido Ernesto, acéptame el agradecimiento más ingenuo por la distinción que me haces en brindarme alojamiento en esa acreditada sección que tienes en él difundido órgano de LA CRONICA.
Te diré: están en desventaja, no porque carezcan de unidad racial, concepto este inconsistente ya; porque esas naciones americanas son naciones de minorías que, contra toda lógica política, supeditan a las mayorías, que son la nación; si el de nación es concepto cualitativo sólo en cuanto es cuantitativo. Las deprimidas mayorías indígenas de estos países constituyen expresiones del régimen colonial ejercitado por los sucedáneos de los Conquistadores, por lo que , si patria no es colonia, estas naciones son naciones sin nación…He aquí su verdadera desventaja y el destino de nuestra insurgencia.
Ante esta declaración, no podemos menos que recalcar la declaración hecha por el Canciller del Perú, doctor Víctor Andrés Belaunde, en ocasión de inaugurarse la IV Reunión de las Comisiones Peruano-bolivianas, en el sentido de que Perú y Bolivia no solo están unidos por la geografía y la historia, por las urgencias del presente y por las esperanzas del porvenir, sino por algo que no alcanza a las demás naciones con que también están estrechamente vinculado al Perú: por la comunidad quechua y aymara que enlazan con una trama irrompible a ambos pueblos.
¿No consideras que ese aparente lastre puede convertirse en un factor de progreso y de superioridad, una vez que las poblaciones aborígenes hayan encontrado su verdadera gravitación económica y cultural?
De lo anterior -nos dice Churata- se sigue que quienes deben encontrar su verdadera gravitación, son las minorías, pues como enseña EL PEZ DE ORO, no puede el árbol desarrollarse fuera del árbol…Poeta modernista boliviano-peruano (como es buena parte de lo hidalgo y castizo que hay en Bolivia) sostuvo un principio que tiene buídez de apotegma cínico, en el sentido jerárquico: “No es el indio un problema para el blanco; es el blanco un problema para el indio”.
¿Y quién es este poeta, Gamaliel? . Don Juan Francisco Bedregal, ido y presente, gran hidalgo, como hidalga su gracial poesía. Nuestro destino es comprender que el régimen colonial debe ser liquidado en los hechos; y que la Independencia de América, si no fue algo más que el levantamiento de los encomenderos independizó, no grupos colonizadores minoritarios, sino, asimismo, a las mayorías indias, esto es, por indias, americanas. Muestra la realidad que los países en que se coloniza el Tawantinsuyo son de una demótica india; por lo que las minorías pueden, coma como se sostiene, incorporar a las mayorías a su naturaleza, sin negar la naturaleza de la nacionalidad. El movimiento, en cuanto a orgánico de la historia, determina lo contrario: las minorías deben de desaparecer en las mayorías, negando la Colonia, y solo así se integrarán a la nacionalidad. Todo lo cual constituye la vertebración de EL PEZ DE ORO.
EL INDÍGENA BOLIVIANO Y LA REFORMA AGRARIA
¿Y qué efecto ha causado en el indígena boliviano la reforma agraria? ¿Lo ha politizado? ¿le ha dado conciencia de patria?
A mi juicio, ninguno desorientador. Sin embargo, no debe perderse de vista que la política es movilizada no por el indio, sino por el mestizo, o criollo; y que criollos y mestizos somo levadura -la excepción también procede, como es honesto entender- de todos los vicios del burgo colonial. Se observan brotes de inmoralidad, que no afectan al fondo de la transformación, o reestructuración económica del agro. Los índices de las cosechas se levantan, y como permiten admitir signos visibles en la abundancia de los mercados y en las oscilaciones de los precios en favor de la moneda. En cuanto si el indio se ha politizado, si por politización se entiende la mañería del cubileteo demagógico, no creo que eso ocurra hoy ni mañana…¿Si la reforma le ha dado conciencia de patria?…Angustioso contestarte, querido Ernesto…¡Conciencia de patria! … Para mí, el indio es la carne de la patria americana; y la carne, si tiene subyacencias, requerirá de esa conciencia. Pero sí por patria admitimos lo que llamamos nosotros patria, me inclinaría a creer que no solamente no la tiene, ni puede adquirirla…La patria está en las raíces y el indio es raigal.
ALFABETO
¿Cuál es el efecto de la oficialización del alfabeto quechua-aymara en la República de Bolivia? ¿Existen, por ejemplo, publicaciones bilingües para la castellanización?
Personalmente; y en cuanto trabajador de la prensa he cumplido no pocas vivas campañas para que esto se impusiese, no solo ya en la escuela campesina, sino en las mismas escuelas del área colonial, donde, como en el Perú, los niños crecen y se adaptan al gusto del genio de la dominación. En la escuela de Warisata, donde -es bueno recordarlo- tuvo origen en la iniciativa y primeros pasos de organización del Congreso Interamericano Indigenista, con sede en México (le combatió el sañudo encono de los magísteres mestizos), se practicaba ya el bilingüismo más ha sido desterrado. ¡Para el criterio predominante hoy en vastos sectores, solo el idioma español salvará a los americanos!… Lo malo es que el idioma es germinación de materias patricias, y que la falta de un idioma con patria explica, inclusive, las distorsiones, que a veces se tornan ridículas, de la literatura americana.
COMUNIDADES INDÍGENAS
¿Cuál es tu opinión personal con respecto a las comunidades indígenas? ¿Es posible revitalizarlas?
En cuanto alcanza el grado de aprehensión de mis observaciones los regímenes del campo indio han sido estudiados por métodos empíricos en el Perú, Bolivia y Ecuador. Reina intelectualismo a veces delirante. Lo que yo he visto -con los ojos- es que aquello que se llama comunidad -no estamento comunista-, la Hata aymara o el Ayllu quechua, no solamente no necesita revitalización, pues a pesar de las condiciones negativas que la circundan, subsiste con plena vitalidad. Inclusive haciendas de tipo colonial conservan una organización conforme en todo con las jurisprudencias y la economía agrológica del Inka. El Ayllu, núcleo celular del Imperio, de dinamia colectivista, se regía por principio de autoridad, que, sí inmediatamente radicaba en el Hila, dentro del Cutial quechua o la Ulakha aymara (consejos administrativos), obedecía a la mediata jerarquía política del Inka, a quien representa el Khamayoc (todo esto es vulgarísimo), suplantado, pese a haberlo prohibido las Leyes de Indias, y sea dicho en honor de la España de los Vitorias y Las Casas, por el Encomendero en la Colonia –aquí la raíz de la Independencia americana-, el terrateniente, luego, y, al último, el gobernador o corregidor de aldea. Ese es el proceso de la deformación, no del Perú importa el pseudomorfismo de esa naturaleza política y raigal. Al menos es lo que se deduce de realidades objetivas, como esa de que frente a cinco millones de indios ilotas, constituyan la patria dos millones o menos, de colonos. Esto dicho en castellano de Indias. Esos los aspectos de la pseudomorfosis.
Hoy mismo funciona el sistema con salud sorprendente, a poco la unidad social se ampare en la distancia que la separa de focos feudomorfos, no feudales, como es obvio. En Santa Rosa de Juli -áreas que conozco- habrá de estudiarse un día la dialéctiva de esta realidad, cuando se analice la oposición de fincones (Wankhollo) y tierras colectivas (Hacha ayllu). En cuanto a lo otro, comprobar el grado de sensibilidad que posee el indio individualmente y como grupo para hacerse de medios técnicos modernos, y de las “ideas” modernas también, es solamente llegar a la conclusión de que los países en que se fractura el Tawantinsuyo, son regidos por ciegos a quienes asisten tuertos de uno o del otro ojo…No lo digo por ti, Ernesto, que fuiste siempre geopónico; por los intelectuales y políticos del contubernio; échense por los convulsivos breñales del Ande, y en lo más acérrimo de ellos encontrarán los caminos agrarios del Inka; con una ingeniatura inverosímil sus sistemas arteriales de riego. La inferioridad de estas republiquetas es inapelable…Cuanto observo a través de las escasas y atrasadísimas noticias que me llegan del Perú, es que el limeñismo no es ya un potencial limeño, sino más bien, serrano. Por lo que hay más limeños de la sierra que de Lima. He leído que algunos de tales especímenes sostienen que cuatro hidroeléctricas de los Andes habrán acabado con el problema indígena, pues los indios no requerirán más de poncho, chullo, chuspa, usutas (hojotas, dice como Francisco Pizarro), ni mascaran en coca. Farfullarán jerga entre saxo británica y Galicia (no galaica), deglutirán, que no la eritrexilia: chiclet, y se trajeran al modo del niño Goyo, el Brummel colonial arquetípico. No tengo que decirte que en este punto estamos de acuerdo hoy los hispanos de aquende y de allende el charco. Ello solo será seña de que acabaron con el problema indígena y con el Perú. Esos “nuevos” peruanos rescatados a la barbarie india dejarán la servilidad porque sus colonizadores sean otros. Lo que hay en el problema indígena, es que es el problema vertebral de una nacionalidad que hoy falta y es causa para todas las inversiones y la negación permanente en que se vive. No puede haber patriotismo, moral, dinámica, donde falte patria; y la patria, antropológicamente considerada, se constituye con la mayoría demográfica. Esto, sí se …Y aquí podré decirte que, en este caso, para el sociólogo con médula, hasta las silvas y los adónicos, los agónicos, esto es, hasta la poesía que se practica en esta área, tiene, por ser India un sentido de patria y de restitución nacional. Esto es: posee una bélica. No decursa el movimiento tras señuelos mesiánicos, sean ellos de una célica, o de colorines rojos. Si hay indigenismo en el Perú, Bolivia y Ecuador -que lo hay-, es porque en el Perú, Bolivia y Ecuador se busca patria en el Tawantinsuyo.
¿Crees conveniente, inclusive como signo de confraternidad, publicar una revista peruano boliviana trilingüe, escrita especialmente para elevar el tenor espiritual, técnico y cívico de los pueblos quechua-aymara?
Acaso esté incapacitado para resolver tu compleja pregunta. Sí ponemos a un indio de Pacajes (Bolivia), frente a otro de Utawilaya (Perú), sienten que entre ellos hay sólo fraternidad; y sienten, también, aunque no sepan describirlo (hasta Kant sentía sin poder expresar), que su patria es una y se halla atahonada en el sepulcro americano. La revista a que te refieres, es necesarísima; pero no para el indio; para nosotros, peruanos, bolivianos, ecuatorianos: si muchos de nosotros tenemos que salivar para sentirnos en el corazón. En suma, debemos todos, elevar el tenor espiritual, técnico y cívico, con los pueblos, y en los pueblos quechua-aymara.
¿Tienes algún contacto con la vida del agro boliviano?
Mis relaciones subcutáneas, en Perú y Bolivia, están y estuvieron siempre, entre los indios. Qué quieres… la amistad es intercambio de fusiones y por eso manadero te salud anímica … Yo, sin tropos, solo me siento saludable cuando respiro el aliento del RUNA HAKHE. Acaso se debe a que percibí muy temprano que la de mi madre fue alma de India Kholla patricia, y a que una india me dio la leche de su seno, seno santo que acá beso y venero…
UBICUIDAD
¿Y por qué razón no has regresado al Perú, siendo como eres, un escritor de cepa nativa?
¿Escritor? … Debo decirte que no creo mucho en la distinción de esas dos “patrias”; y si no he regresado al Perú, eso se debe, acaso, a que anímicamente no me aparto de Orko-pata. Y si es allí donde en raíces se aferra mi latido, y el latido es eterno, el espacio- tiempo no le relaciona, y la ausencia no existe. Estarás siempre, implacablemente, allí donde tus raíces están.
¿Cómo ha sido recibido en el ambiente de Bolivia tu libro EL PEZ DE ORO?
Se le ha recibido como al hijo de un hermano con halago y caricias. La página brillante y tan generosa de Fernando Díez de Medina; el juicio brevísimo, pero agudo, de ese gran historiador y erudito que fue Humberto Vázquez Machicado; el del poeta Enrique Viaña y otros, me abruman, porque son expresiones de fraternidad. Ahí va una muestra de la hidalguía boliviana: “Lo felicito con verdadero afecto y entusiasmo por la publicación de su libro. Este acontecimiento prueba lo que siempre hemos creído sus amigos: que entre las minas de Bolivia que se empobrecen a pasos gigantescos, había una, muy querida por nosotros, que se mantenía intacta en su riqueza…”. Suscribe este efluvio de amistad humana Walter Montenegro, artista escritor en materias económicas y rector y redactor de “Life”, de Nueva York.
Luego, los trabajadores gráficos de Bolivia hubiesen pedido para el autor de EL PEZ DE ORO el Gran Premio Nacional de Literatura, por lo mismo que no se trata de falansterio de poetas, pero yo hube de rogarles que retirasen tan enternecedor auspicio, pues no habría consentido disputar el insigne lauro a los insignes escritores nativos. Les quedo obligado con imperecedera gratitud.
Así nos habla Gamaliel Churata ese Quijote que busca el Perú completo, ese visionario que aspira a restablecer el equilibrio de la pirámide, colocándola sobre sus bases.
(1) Entrevista publicada el domingo 2 de marzo de 1958 en el diario LA CRONICA de Lima, en la sección “Reportajes con Radar” del escritor puneño y político Ernesto More Barrionuevo. Recuperado por Wilmer Skepsis, a quien agradecemos haber hecho llegar el artículo a ALTIPLANIA para su difusión.