La cinematografía de los Catacora perdura en el tiempo de manera impactante, y este hecho se evidencia de manera contundente a través de su reciente película «Yana Wara», la cual tuvo el honor de participar en la edición número 27 del Festival de la Pontificia Universidad Católica del Perú, llevado a cabo en Lima. Este logro se vio coronado por el reconocimiento del Ministerio de Cultura, que otorgó a la película la distinción de primera mención honrosa en la categoría de mejor película peruana. Cabe mencionar que, en la misma categoría, «Cielo abierto» de Felipe Esparza se alzó como ganadora, y «Rojo profundo» de Maga Zevallos obtuvo la segunda mención honrosa.
Tito Catacora, quien a sus 49 años proviene de Acora, Puno, asumió la desafiante tarea de concluir la película luego del triste fallecimiento de su sobrino, Oscar Catacora, al comienzo del rodaje. A pesar de esta trágica pérdida, Tito Catacora y todo el equipo, incluyendo a los actores principales Luz Diana Morales “Yana Wara” y Cecilio Quispe “Don Evaristo”, se enfrentaron a la adversidad y lograron superarla, continuando con la realización de la película. Tito Catacora, un doctor en educación, fue un compañero constante de su sobrino en todas las películas que este dirigió, obteniendo un aprendizaje práctico en el arte del cine en cada producción. En el año anterior, Tito Catacora presentó «Pacucha» y ya cuenta con la película «Los indomables», que actualmente se encuentra en la etapa de post producción.
Consultado acerca de la ausencia de Oscar, Tito Catacora reflexiona sobre la concepción andina del tiempo, la cual no es lineal, sino que retorna. En esta visión, el legado de su sobrino continúa y persiste. En palabras de Tito Catacora, «Mi sobrino nos dejó un legado, que debe continuar. Mi sobrino siempre está en el corazón de nosotros, es como nuestro Dios«.
«Yana Wara» ha sido recibida con entradas agotadas en las salas donde ha sido proyectada durante el 27 festival. La película teje la emotiva narrativa de una niña acosada por los «anchanchos», y la lucha de su abuelo por rescatarla, incluso si esto implica tomar decisiones extremas. La película aborda un tema intenso que incluye escenas de terror, filmadas en los áridos escenarios de vastas rocas en el distrito de Conduriri, ubicado en El Collao, Puno.
Para la cultura aymara, los «anchanchos» son seres oscuros que atraen enfermedad y desgracia, pertenecientes al Manqhapacha, el mundo «de abajo y de adentro», por lo que habitan en las cuevas y túneles del altiplano. La película, sin lugar a duda, es una obra netamente aymara, construida desde esta cosmovisión, protagonizada por actores no profesionales que dominan el idioma aymara. A la vez la película aborda temáticas universales, como la maldad intrínseca, la adversidad y la perversidad humana, así como los extremos del amor filial. Al finalizar la proyección, «Yana Wara» genera emociones intensas y plantea cuestionamientos profundos, desafiando a los espectadores a responder ante estas reflexiones.
Yana Wara se estrenará para el público en general en febrero del 2024, antes empezará a recorrer los principales festivales internacionales. Para conocer más de la película, presentamos extractos de la entrevista a Tito Catacora realizada por Ray Kevin Concha en su podcast Función Cine: https://www.ivoox.com/e28-entrevista-tito-catacora-pelicula-yana-wara-audios-mp3_rf_114197913_1.html
ENTREVISTA A TITO CATACORA
Cuando mi sobrino nos deja estábamos haciendo el rodaje; a las 2 semanas de iniciado este nos dejó y lo hemos terminado en dos meses. Cuando Oscar nos deja yo tenía que asumir el rodaje, no era difícil para mí, solo el temor era que antes estaba acostumbrado a debatir y discutir todo con Oscar. Yanawara no es creación sólo de Oscar o mía, sino de todo el equipo y eso quiero ponerlo.
La obra está hablada en aymara, porque el fondo del Ministerio de Cultura era para lenguas originarias. Actores profesionales que hablen lengua aymara, no hay ninguno, y si contratamos actores profesionales que puedan aprender, no va a ser igual. Siempre hay dificultades en el rodaje, el rodaje es la etapa más difícil del quehacer cinematográfico, aunque todas las etapas son difíciles, pero es la etapa más difícil, aunque la elaboración del guion también es difícil.
Cuando nos encontramos en una zona altoandina es imprevisible el clima, no hay que creer en el cielo serrano, esta despejado y de repente viene la granizada. A raíz de los sucesos con Oscar nos demoramos y entramos a la época de lluvia. Por ejemplo, cuando aparece Pachamama, como una anciana, cayó una granizada, terrible, tuvimos que esperar a que al menos calme, así son varios los casos. Rodábamos en las cuevas y el agua empezó a inundar el set, pero ¿qué podíamos hacer? teníamos que seguir sacando adelante la película.
Estamos haciendo películas de corte autoral, cine de autor, no son películas de entretenimiento, lo cual también podemos hacer en algún momento. Hicimos la película en cuatro tercios porque la historia así lo ameritaba, pues está ambientada en los años 1980, 1985, tiempo pasado. Y en monocromo (negro) porque si lo hacíamos a color no tenía el mismo efecto. El color, pensábamos, distrae, no da el mismo efecto.
Nuestro propósito era tratar abordar el tema de los espíritus malignos, según la visión de la cultura andina, ya sea quechua, aymara e inclusive amazónica. Otros temas como la violencia de género, el machismo y la justicia intercultural, son elementos que se han sumado. Queríamos tratar ese tema con la finalidad de generar espacio, debate y comparar la lógica del mundo occidental con la lógica andina. Sabemos que, en la lógica occidental, Dios existe por un lado y por otro lado está el diablo, son irreconciliables, totalmente opuestos. Pero en la cultura andina no es así; en el lado bueno, los apus, achachilas y los ancestros no son totalmente buenos; ni los malignos son totalmente malos.
Los anchanchos moran en las minas y el minero se encomienda a él, negocia con él y este le da oro. Poco a poco se están olvidando estas manifestaciones cultuales, muchos piensan que la religión cristiana las ha hecho desaparecer, pero todavía existe. Vemos que se rinde culto al dios Sol cuando, por ejemplo, se rocía con cerveza o gaseosa el lado Este; inconscientemente se está rindiendo culto al Sol.
Siempre digo que antes el cine solo se hacía una elite, la sociedad no lo podía hacer por el costo; el sistema analógico tenía un alto costo, pero ahora con la era digital el cine se ha democratizado. Todos podemos hacer cine, eso es lo bueno, pero como no cuesta nada hacer un video de celular u otra cámara, se hace cualquier cosa. Los cineastas antiguos tenían que prepararse, porque cada segundo costaba. Con esa lógica debemos hacer cine digital. Para mí el cine es como cualquier actividad, sin embargo, hay que ser responsables y si queremos tener logros hay que preparase.