Cuando hablamos del nacionalismo musical, nos remontamos a nuestras expresiones musicales como creaciones innatas del ser humano, como el wayño, que se forjó en inmemoriales tiempos pre e incas, perviviendo hasta nuestros días, gracias a su continua práctica, pese a que fuera prohibida en alguna ocasión; empero, hoy en día están casi intactas junto a sus características y ejecución, con el acompañamiento de instrumentos musicales antiquísimos, surgidos en estas mismas tierras y con otros de la modernidad actual. Derivado de los comúnmente llamados “p´asña saltachiy” (voces quechuas de figura que significan baile en grande de las mujeres jóvenes, traducidos al español) al compás de su música característica.
Gracias a nuestras indagaciones y percepciones, así como bibliografía existente, sabemos que el huayño proviene desde inmemoriales tiempos. En Puno se distingue el que surge desde finales del siglo diecinueve, el HUAYÑO PANDILLERO, junto con el advenimiento de sus músicos y compositores musicales, la “Estudiantina Montesinos, como la de Agustín Ávila, considerados precursores y fundadores de esta danza mestiza característica de Puno: La Pandilla Puneña” (“Los Músicos Puneños” Augusto Vera Béjar en MunilIBROS Nº 12, “Músicos e Intérpretes Puneños”, pág.23).
Quepa en la memoria que, en ocasión del XI Congreso Nacional de Folklore y I Internacional, realizado en la ciudad de Huancayo el año de 1991, llevamos dos mociones, una con el Título del Wayño, características y clasificación. En sus clases, especificamos dos: 1.-El Huayño común o propiamente dicho y, 2.- El Pandillero, ejecutado por nuestros músicos y danzantes de la Pandilla Puneña, con preludio de Marinera Puneña, también con características propias y singulares un tanto distinguidas.
Rosendo Huirse Muñoz, nacido en Santa Rosa (1880), cuando el distrito pertenecía todavía a la provincia de Lampa, hoy Melgar; fallecido en Puno (1971), mentor del Nacionalismo Musical Puneño y pionero de la actual música de nuestros bailes emblemáticos de la región Puno, “Patrimonio Cultural de la Nación: la Marinera y Pandilla Puneñas”, ejecutados con gran espíritu de identidad y autoestima cultural en los mentados carnavales en el interior, aun en los últimos rincones de demarcación de la Región Puno; es más, ejecutados también por residentes puneños en diversas latitudes donde conviven en años; solamente en Juliaca, “Capital de la Integración Andina”, se ejecuta por “Pascuas de Resurrección” de todos los años con carácter de concurso, al nivel regional. Últimamente hacen gala a más de las de Juliaca, agrupaciones pandilleras de Carabaya, Azángaro y Melgar. También en ocasión de las fiestas jubilares de la Capital Regional, se presentan agrupaciones de danzantes y músicos en ocasión del Aniversario, particularmente el Centro Musical y de Danzas Theodoro Valcárcel”, similar a lo que se presentan, más agrupaciones en el “Corso Alegórico Cívico” de las Fiestas Jubilares de Ayaviri-Melgar el 25 de octubre de todos los años.
Entre varias investigaciones sobre músicos y música puneña, en las cuales destaca la del Maestro Augusto Vera Béjar, “Los Músicos Puneños”, nos dice: “Siendo la música Puneña una tradición iniciada aproximadamente a fines del siglo diecinueve, he propuesto clasificar a sus exponentes más importantes según la época en que vivieron y la trascendencia de su obra, en dos grandes grupos: los precursores y forjadores. Un tercer grupo lo constituye naturalmente, el formado por los compositores actuales. Los precursores integran un grupo en el que debemos ubicar a aquellos músicos nacidos en la mitad del siglo diecinueve o primeros años del siglo veinte y que descubrieron, al empezar el nuevo siglo, la temática popular y la vena folklórica para utilizarlas como motivo principal de sus obras. La mayoría se podría incluir dentro de lo que se llama el nacionalismo musical, corriente muy difundida en Europa a partir de mediados del siglo diecinueve. Los principales precursores musicales puneños son Rosendo Huirse Muñoz, Víctor Echave Cabrera, Mariano Béjar Pacheco y Teodoro Valcárcel Caballero (…) son sin lugar a dudas los primeros precursores de la música puneña” (Id. P.18).
Es entonces por obra del gran Músico Rosendo Huirse, uno de los precursores de los huayños pandilleros para ser ejecutados en Estudiantina, que surgen posteriormente otros afamados músicos con la misma calidad de composición y creación, que han quedado como verdadera tradición y costumbre que ningún poblador culturizado, ni aculturado, duda que el Huayno Puneño, sobre todo el pandillero en el interior de la región, tiene características singulares, teniendo en cuenta a todas y cada una de las provincias, de breves distinciones con escasas variaciones, resultando en su ejecución y composición unas más alegres que otras y algunas más melancólicas y tristes, como en las composiciones comparadas entre las provincias de Melgar, Lampa y Azángaro son del modo allegro y allegretto, en cambio, los de Huancané, San Pedro de Moho, tienen una singular característica y cadencia, acompañadas de melodías casi melancólicas. Empero, lo cierto es que la composición musical depende de las diversas clases sociales o intereses e influencias del medio ambiente en que se vive en distintos lares de nuestro Altiplano Peruano.
Pero, ¿cuál es el estilo nacionalista, nativista e indigenista del músico Rosendo Huirse Muñoz? Nos acercamos a diversas opiniones; la más valedera la encontramos en la de Percy Zaga Bustinza (“Diccionario Regional de la Cultura Puneña”, 2014, Graphicom Impresores, Puno): “El indigenismo, que como actitud identificada con el indio y el paisaje puneño emergía en la conciencia regional, les abre la inquietud por la música nativa. Recorre la zona norte y la zona aymara escuchando, recogiendo, arreglando melodías y compases de música popular y, junto a los valses y selecciones de música internacional se escuchan wayños, k`ajelos, sikuris, etc. Es un intérprete magnífico de todos los instrumentos y un compositor prolífico. Manuel Acosta Ojeda –hablando de Huirse- diferencia dos momentos en su trabajo de compositor, el primero tenía alta influencia europea, especialmente francesa con temas como “Surcando el lago azul” (vals), “Navegando en el claro de Luna” (vals), “Danza de las Rosas” (polka de salón), y una segunda etapa en la que se evidencia la temática nativa, en canciones (…) y de otros himnos cívicos y religiosos” (pág. 65).
En nuestra visita por las capitales provinciales y distritos, la Capital Regional, aún el mismo lugar de nacimiento de Don Rosendo Huirse Muñoz, (Santa Rosa-Melgar) no hemos apreciado hasta la fecha, ningún rastro, memoria o remembranza que honre el nombre de este singular músico como el primer inspirador de huayños pandilleros y de la música puneña, el precursor musical que por más de un siglo perdura y seguirá perdurando junto a la ejecución de la marinera y pandilla puneñas; y es que para nosotros, empezando por Puno, La Capital del Folklore Peruano, la Capital Regional, Capital donde se demuestra todo lo que tiene la Región Puno, tal la noche del 03 de noviembre de todos los años, se hacen presentes teniendo como escenario el Teatro Municipal puneño los conjuntos musicales del interior de la región por intermedio de la FEDECME, para saludar no a las autoridades, ni a la población, sino a esta gran tierra de músicos, poetas, artistas y danzarines que, con estilo peculiar y su ejecución musical, se presentan, fruto del ingenio de sus propios Compositores Musicales y Poetas, y se distinguen de las otras 23 regiones y la Provincia Constitucional de rango regional del nivel patrio; con raras excepciones como el grupo de música y danza, en Juliaca, se presentan todos los años por intermedio de la Asociación de Pandilla Puneña con dicho nombre. Igualmente en la Capital Histórica y Monumental del Perú, Cusco, el Centro Musical Rosendo Huirse de Residentes Puneños en aquella ciudad, con grabaciones de música estrictamente puneña, entre otras y nada más.
Por lo tanto, en nuestro pergeñar cultural altiplánico de Puno, no hemos apreciado nombres de parques, plazas, jirones, avenidas y diversas áreas verdes; más sí hemos percibido los de personajes ilustres, gestores, lugares geográficos al más puro estilo de las almas olvidadas, y en todo orden de cosas, pero jamás los de este egregio músico; y sus propios músicos o compositores musicales, quienes son el “alma innata” de su existencia, de su identidad y autoestima, las obras musicales tienen pues en sus mensajes el numen del nacionalismo, nativismo, indigenismo y andinismo naciente en estas tierras y lugares específicos del Perú profundo; sin embargo, valga la reflexión en este instante, que al menos en Santa Rosa-Melgar, por intermedio del municipio se debe erigir un monumento, plaza, o un parque dirigido a él y a Jorge Huirse Reyes (1914), su hijo, que a la vez con la composición musical e interpretación innata de estas nuestras tierras y de los demás pueblos puneños han hecho brillo, difundiendo la música innata de Puno en el nivel internacional, como así atestiguan los datos bio-bibliográficos de diversos autores encumbrando, a la tierra que los viera nacer y la difusión de su prolífica obra musical.
Entonces, a partir del presente levantamos nuestra voz y llamado, con la finalidad de reivindicar la obra de nuestros insignes músicos y compositores musicales, a partir del Músico Rosendo Huirse Muñoz, porque han llegado hasta nosotros composiciones musicales con aquel estilo singular, como así se ha logrado con los poetas, en caso de Juliaca, hasta el propio Triciclista es encumbrado con un parque y monumento; empero, Huirse debe ser insoslayable, por su gran magnitud de Compositor Musical, de letras y autor partidario del sentimiento puneño pertinaz, en todos los pueblos de Puno y aun otros lares, desde las notas melodiosas demostradas en el “Himno a Puno”, enseguida las letras y música de mejores huayños pandilleros: “Paja Brava”, “Quisiera ser Picaflor”, “Pastorita”, ”Deja la rosa en botón”, las marineras “Los Totorales”, “A la mar me voy”, etc. Y captaciones interpretados por músicos folklóricos de origen Aymara y Quechua: “Los Cóndores” (fox Aymara); en la actualidad vigentes, ejecutados siempre y cuando se presentan compromisos sociales de grandes y pequeños escenarios debidamente preparados y sin preparación, siempre con ejecución de las melodías, esta vez de los huayños pandilleros, fruto de la creación y ejecución del hombre y mujer eminentemente puneños; nos llenan de recuerdos de un honroso pasado y un devenir fructífero, danzando junto con las melodías de nuestras propias inspiraciones musicales y literarias.
En este efímero recuento, es de mencionar que el Músico Huirse dedicóse también al Periodismo, al haber fundado: “Con Elisbán Cabala y Alberto Aguirre formaron una empresa y compraron el Periódico “El Eco de Puno” y en 1924 adquirió todas las acciones quedando como Director y propietario único del periódico decano de Puno, que hasta hoy circula eventualmente” (op. Cit. Pág. 65). In Memorian.
Tomado del diario «Los Andes» del 13 de diciembre del 2015.